7 de octubre de 1943. El ejército nazi llegó a la aparentemente abandonada villa L’Ermitage en Niza. De acuerdo con una denuncia, la propietaria –Otillie Moore, una millonaria estadounidense– había convertido el lugar en un refugio para niños judíos. A pesar de que Moore y un grupo de infantes habían abandonado la propiedad meses atrás, en uno de sus cuartos aún vivía una mujer judía: Charlotte Salomon. Aquella noche de octubre, los soldados del Tercer Reich apresaron a la denunciada y a un hombre que la acompañaba.
El 10 de octubre, tras tres días de viaje, llegó aAuschwitz. Su abultado estómago delataba sus casi 6 meses de embarazo. Los responsables del campo de concentración entonces tomaron una decisión fatal. Ellos creían que la historia de Salomon terminaría en una cámara de gas. Sin embargo, cientos de pinturas que la artista había trazado durante los años que escapó de su destino permitieron que el mundo conociera su testimonio, sus miedos y amores. Así fue la vida de dicha mujer.
¿Quién fue Charlotte Salomon?
Nacida el 16 de abril de 1917, Charlotte Salomon creció rodeada de tragedias. Cuando tenía 9 años, su madre se unió a la larga lista de suicidas que marcó a su familia. Años después, justo cuando atravesaba a la adolescencia, su vida acomodada fue destruida por el auge del nazismo en Alemania. Cualquier oportunidad que su padre –el reputado doctor Albert Salomon– y su madrastra –la famosa cantante lírica Paula Lindberg– le pudieron haber dado se había perdido al ser relegada inhumanamente por aquellos que odiaban a los judíos.
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Por suerte, Charlotte se encontró con personas que entendieron su situación y la apoyaron a cultivarse. El amor por las artes que Lindberg le había inculcado se benefició de personas dentro de la Escuela Nacional de la Academia de Bellas Artes, quienes la aceptaron e instruyeron a pesar de las leyes que negaban educación a la comunidad semita. Alfred Wolfsohn, un instructor de canto que trabajaba para su madrastra, también creyó en ella, apreció su arte e incluso –según contó la pintora en sus obras biográficas– sostuvo un romance con ella. El primero para la joven alemana.
La burbuja en la que había vivido explotó en noviembre de 1938. Su padre había sido detenido en el campo de concentración de Sachsenhausen y apenas había logrado escapar. Sus temores eran reales. Charlotte fue enviada a vivir con sus abuelos en la villa L’Ermitage en Niza. No volvería a ver a los Salomon Lindberg; tampoco a Wolfsohn.
La artista que retrató su vida en pinturas
Entre 1939 y 1943, Charlotte Salomon vivió intermitentemente en diferentes lugares de la costa francesa. Allí conoció otras desgracias: su abuela se suicidó lanzándose de una ventana, repitiendo el modo con el que su tía –y mujer por la que había recibido su nombre– Charlotte Grünwald– se había quitado la vida; su abuelo perdió la razón y estuvo a punto de ser enviada a morir a manos de los alemanes no ser por la gracia de un joven soldado que le ayudó a escapar.
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En 1940, Charlotte se entrevistó con el doctor George Morridis, un psicólogo de la zona. Él le presentó una forma de escapar de los horrores que vivía: pintar. Pintar su escape de quienes querían asesinarla; pintar el dolor que vivía cada vez que era acosada por su abuelo desquiciado; representar a través de la pintura la pérdida de su familia, de su futuro, de su primer y único amor. Era eso o unirse a las mujeres de su familia que habían tomado la decisión de acabar con su vida.
Charlotte Salomon se inclinó hacia lo primero. Se protegió con el arte. En 769 pinturas retomó los acontecimientos que marcaron su historia, de la muerte de su madre a encontrar algo que le quitara de la mente el suicidio. El colectivo de piezas, tituladas ‘¿Vida? ¿o Teatro?’, le fue entregado a Morridis unos días antes de que los nazis detuvieran a la artista. “Proteja esto; es mi vida”, le pidió Salomon al doctor.
¿Qué pasó con Charlotte Salomon?
En el verano de 1943, Charlotte
Salomon terminó su obra y se recluyó en L’Ermitage junto a Alexander Nagler, un refugiado judío que también escapaba de los alemanes. Meses después de su primer contacto, la mujer descubrió que estaba embarazada. Traería nueva vida al mundo, cuando ni siquiera su vida estaba asegurada. Se casó con Nagler y miró hacia el futuro. El 7 de octubre de 1943, cuando Charlotte fue detenida, Alexander confesó su religión para poder acompañar a su esposa y la madre de su hijo.
A su llegada a Auschwitz, Charlotte fue clasificada dentro de las personas que no servirían que el trabajo duro. Su embarazo la imposibilitaba de hacer gran cosa. Además, los nazis tenían una posición clara frente al aumento de la población judía. Esa misma noche le ordenaron entrar a un cuarto con decenas de mujeres, ancianos y personas enfermas. Lo que podría haber sido una ducha colectiva se convirtió en un cuarto de muerte. Según registros, Charlotte Salomon murió en una cámara de gas. Tenía 5 meses de embarazo.
Al terminar la guerra, la obra de la pintora le fue entregada a Otillie Moore y posteriormente a su padre y madrastra. Ellos encontraron en los dibujos de Charlotte un poco de su complicada vida y la historia de su familia, su país y su comunidad. Aunque en el borde de la fantasía, lo visto era conmovedor. Era un testimonio del horror que habían pasado y del que muy pocos habían podido sobrevivir. En la década de los sesenta se presentó la primera exhibición de ‘¿Vida? ¿o Teatro?’; en 1998 esta alcanzó su máximo éxito tras presentarse en la London Royal Academy.
La tragedia de la Vida
En las últimas décadas, la historia de Charlotte Salomon ha sido retomada por escritores, directores de cine, dramaturgos y compositores de ópera. Su tragedia era tan interesante para hacer una ópera, una obra de teatro, una película animada o una biografía.
En 2015 se reveló algo que definiría la historia de la pintora. Ese año, se publicó una carta de 35 páginas donde Salomon confesó haber asesinado a su abuelo.
El horror al que había sido expuesta la llevó a cometer un acto de misericordia: envenenó al viejo loco y lo dejó dormir. Este despertó e intentó salvar su vida, pero fue demasiado tarde. Murió en la calle, mientras caminaba al doctor. La historia de la pintora era marcada una vez más por la tragedia, solo que esta quizá había sido la más humana de todas las que enfrentó.
Fuente: Diariojudío.com
Charlotte Salomon: La talentosa pintora que fue asesinada por los nazis mientras estaba embarazada
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