El protagonista intenta averiguar cómo usará sus nuevos poderes, el problema es que deberá encontrar rápidamente su camino a seguir debido a que hay alguien malvado con poderes similares a los suyos que amenaza con crear el caos y que irá a buscarlo para asegurarse de conseguir sus perversos objetivos de aniquilación. En cierta forma, Shazam es tres películas en una sola: una sobre un superhéroe, una sobre un huérfano que busca tener una familia y una sobre lo que un niño haría si tuviera las ventajas de un adulto además de poderes increíbles.
La cinta resulta entretenida de principio a fin, también tiene escenas que logran conmover al mostrar a un niño confundido que se ha visto obligado a sobrevivir con sus propios recursos y que sólo quiere tener algo que todos quieren, y eso es alguien que realmente los quiera. Tal como ha pasado con títulos como Quisiera ser grande, se muestra de manera ingeniosa y muy realista lo que haría alguien de 14 años al convertirse a voluntad en un adulto y además tener una amplia variedad de súper poderes, porque seamos sinceros, un niño de esas edad lo primero que haría no sería ir a salvar al mundo y eso en realidad no sería malo, incluso es fácil emocionarse al ver las tonterías que llega a hacer el protagonista.
Esta película cumple con todos los elementos que una entrega de superhéroes debería tener, pues tiene la parte en la que se muestra tanto el origen del héroe como sus motivaciones para hacer algo bueno por los demás, vemos cómo acepta su destino y a pesar de tener algunas equivocaciones, corrige el curso para hacer lo correcto. Shazam tiene lo necesario para ser un éxito y para convertir a su protagonista en uno de los héroes favoritos de muchos.
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