Salud y Comida

Niveles elevados de colesterol “malo” en el nacimiento predicen la salud mental posterior

Por mucho tiempo los científicos han reconocido la importancia del desarrollo fetal para las enfermedades físicas subsiguientes. Sin embargo, no es sino hasta recientemente que ha habido una creciente apreciación de la influencia de este período en la salud psicológica.

Por ejemplo, la exposición al plomo, el alcohol, el estrés crónico y la infección durante la gestación se relacionan con resultados psicológicos negativos en la descendencia, incluyendo discapacidad intelectual, trastorno por déficit de atención e hiperactividad y esquizofrenia.

Efectos sobre la salud psicológica

En este sentido, una investigación realizada por científicos de la Universidad de Stanford analizó si los niveles anómalos de lípidos en la sangre del cordón umbilical (que es de origen fetal) están relacionados con el funcionamiento psicológico posterior.

Básicamente, los lípidos, incluyendo el colesterol y los triglicéridos, son moléculas de grasa que juegan un papel importante en el transporte y almacenamiento de energía, la señalización celular y el mantenimiento de la integridad de la membrana.

Los científicos que miden el colesterol en humanos típicamente distinguen más entre el “colesterol bueno” (HDL, por sus siglas en inglés) que eliminan la grasa de las paredes de las arterias y reducen la acumulación de macrófagos, y el “colesterol malo” (LDL, por sus siglas en inglés) que interviene en la liberación de grasa y contribuye a la aterosclerosis.

Aunque estos marcadores de lípidos están implicados de manera fiable en la salud física, no está claro si los niveles fetales bajos de HDL o los niveles altos de LDL, o triglicéridos tienen efectos duraderos sobre la salud psicológica.

Para profundizar en esta cuestión, el equipo de investigación analizó un conjunto de datos compilados por el proyecto Born in Bradford (nacido en Bradford, la sexta cuidad más grande del Reino Unido) que hizo seguimiento de los niños nacidos entre marzo de 2007 y diciembre de 2010, así como a sus padres, para aprender más sobre las enfermedades comunes de la infancia junto con el desarrollo mental y social.

Asociaciones consistentes

Los investigadores examinaron los perfiles lipídicos de 1.369 recién nacidos, señalando los niveles de triglicéridos, colesterol “bueno” y colesterol “malo”. Luego, compararon estos niveles con las evaluaciones psicológicas de los estudiantes por parte de los docentes al final del preescolar.

Los docentes calificaron la competencia de los niños en la regulación de las emociones, la autoconciencia y las relaciones interpersonales. El cruce de información reveló que los niños con los indicadores psicológicos más favorables nacieron con HDL (colesterol bueno) más alto y LDL (colesterol malo) o triglicéridos más bajos, en comparación con los niños que obtuvieron puntuaciones más bajas en estos rasgos.

Estos hallazgos fueron consistentes entre familias de diferentes orígenes étnicos y socioeconómicos. Además, los investigadores descartaron que las asociaciones observadas se debieran a la salud física o psicológica de la madre durante el embarazo, el uso de vitaminas prenatales, el índice de masa corporal u otros factores sociales.

Aunque los resultados del estudio son correlacionales, los autores señalan que son los primeros en documentar asociaciones consistentes entre los niveles de lípidos fetales anómalos y el funcionamiento psicológico posterior de los niños.

Si bien todavía no están claros los mecanismos precisos a través de los cuales emergen estas asociaciones, los resultados revelan que la dinámica de los lípidos está conectada a múltiples sistemas involucrados en la salud psicológica.

Referencia: Lipid Profiles at Birth Predict Teacher-Rated Child Emotional and Social Development 5 Years Later. Psychological Science, 2019. https://doi.org/10.1177/0956797619885649

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