A la espera de la guerra | Noticias de Tijuana | El Imparcial

A la espera de la guerra Estamos en una etapa crucial para la Humanidad, por el posible desarrollo de una guerra regional en el Medio Oriente que, en un descuido y como efecto de malas decisiones tomadas, podría transformarse en un conflicto de enorme envergadura. Por el derecho a la libertad de expresión. Estamos en una etapa crucial para la Humanidad, por el posible desarrollo de una guerra regional en el Medio Oriente que, en un descuido y como efecto de malas decisiones tomadas, podría transformarse en un conflicto de enorme envergadura. Las grandes potencias siguen teniendo diferencias importantes, que no han podido sufragar y que siguen corroyendo la tranquilidad internacional. La separación de las naciones que conformaban la Unión de Repúblicas Socialistas Soviética (URSS) convirtiéndolas en naciones autónomas e independientes, tiene al régimen de Putin instrumentando una agresiva política bélica para tratar de reintegrarlas a Rusia. Mientras tanto, estos países quieren conservar su independencia. Por otra parte, el crecimiento exponencial de las mercancías de origen Chino y su mercado internacional, así como la competencia encarnizada con los Estados Unidos, por el intercambio internacional de servicios y productos comerciales, enfrenta a estos dos países por apoderarse de la influencia y el manejo del poder económico internacional; por último, los ancestrales conflictos bélicos en el Medio Oriente, que se suspenden y resurgen intermitentemente, en los cuales, las tropas estadounidenses tienen un papel protagónico, crean las condiciones para que se formen alianzas, y se incrementen las posibilidades de una guerra con impacto mundial. Con este caldo multinacional que nutre los conflictos bélicos, el 7 de octubre del 2023, Israel es atacado de manera sorpresiva y cobarde por tropas, que después son identificadas como miembros de Hamas, en el cual mueren 1,200 personas y son secuestradas 250 más. La respuesta de Israel se da con ataques masivos que, a la fecha, han significado una masacre que acumula más de 26,000 palestinos asesinados, también de manera cobarde y artera, y el desplazamiento de sus hogares de más de 2 millones de personas, provocando el enojo de los musulmanes. En esta zona donde conviven y son vecinos países como Irán, Irak, Pakistán y Siria se puede impulsar el surgimiento de una más amplia guerra que involucre a estos y más países. (Datos proporcionados por la agencia AP). Para agregarle más oxígeno a este incendio, sucedió un ataque perpetrado contra instalaciones militares de los Estados Unidos hace unos días en Jordania, en el que murieron tres ciudadanos estadounidenses. Debido a esta agresión, Joe Biden, inmediatamente declaró que esa agresión no iba a ser pasada por alto, y que ya se estaba buscando la forma de vengarse de manera eficaz y contundente. La interrogante ahora es, cómo hacerlo sin que se reavive la guerra en la zona para llevarla a un estadio superior de violencia. La zona del Medio Oriente con los conflictos existentes y los que pudieran darse como nuevos, la colocan como factible promotora de una guerra más amplia. Lo único que lo impide es que no existen dos bloques reconocidos de países que pudieran reconocerse como contrincantes, con la posibilidad de adherir a otros y que promovieran los enfrentamientos. Este conflicto que se produjera aquí, también tendría obstáculos para ser la Tercera Guerra Mundial, porque Rusia y China tienen diferencias irreconciliables que las bloquearían para formar una alianza bélica. Sin embargo, las cosas están dadas y la dinámica de las zonas pueden producir sus propios condicionantes, para que la situación cambie inmediatamente y modifiquen todo para bien o para mal. No nos podemos considerar a la espera de una inminente tercera guerra mundial, pero sí existen algunas condicionantes que la pudieran promover. Pero los que sí están al alcance de la mano, como coloquialmente se dice, son los ataques terroristas masivos, en ciudades importantes de occidente. La imposición del miedo y la muerte de ciudadanos en las grandes ciudades estadounidenses, como la sucedida en Nueva York siguen siendo posibles. No existe una forma eficaz y segura, de que se puedan detectar a los sujetos dispuestos a detonar artefactos letales, en zonas poblacionales densas. Por consiguiente, la forma como Biden pretende vengar la afrenta de ser recipiente de ciudadanos asesinados en el exterior, pasa por las consideraciones expuestas en este análisis. Vale. *El autor es licenciado en Economía con Maestría en Asuntos Internacionales por la UABC.