Beneficios y ventajas del césped artificial en un campo de fútbol

El uso y disfrute del césped artificial en el ámbito deportivo en los últimos años se ha multiplicado. Y no es extraño, pues el mismo aporta grandes ventajas y beneficios a la hora de practicar un deporte, que el césped natural.

Uno de los deportes más demandados por los que se coloca este tipo de superficies es el fútbol. Este requiere gran esfuerzo físico por parte de las personas que lo practican y por ese mismo motivo, el césped artificial, es más beneficioso para el rendimiento del mismo.

Una de las grandes ventajas de instalar el césped artificial en un campo de fútbol es que este se puede colocar en cualquier espacio que se desee. Además, tiene una gran durabilidad; es decir, aunque se use con frecuencia, no se estropea tanto como el césped natural.

También puede usarse en espacios abiertos y al aire libre, y no está condicionado a las condiciones climatológicas a las que se enfrente.

El uso del césped natural en campos de futbol se multiplica por tres en comparación con el césped natural. El primero puede llegar a ser usado con facilidad, alrededor de 250 horas como media en una misma temporada.

Por otro lado, su mantenimiento es más sencillo: no necesita ser cortado, ni regado, y tampoco hay que eliminar malas hierbas. Lo único que necesita es cepillar las hebras, retirar las hojas sueltas y esparcir bien la arena de sílice en los huecos donde se haya eliminado a su uso.

Tampoco necesita ser cuidado por personal especializado, ni jardineros. Su mantenimiento puede realizarlo cualquier operario y no tiene una gran dificultad.

Respecto a las condiciones meteorológicas, lo que más preocupa en un campo de futbol es que se encharque con la lluvia. Esto no sucede en el césped artificial, ya que posee unos diminutos agujeros que tiene el “backing”. Este une el césped artificial con la tierra de debajo. Además, también previene de un posible ataque de topos.

El valor ecológico de los césped artificiales en un campo de futbol

Un gran punto  favor del césped artificial en los campos de futbol es su valor ecológico. Como bien sabemos, el natural necesita de un riego constante para que se mantenga en buenas condiciones. Sin embargo, con el uso del artificial, evitamos ese derroche innecesario de agua.

Tampoco produce emisiones de CO2, ni requiere de pesticidas. Esto, a la larga, mejora el ambiente y la experiencia de los jugadores de futbol. Este deporte requiere un gran esfuerzo físico, por lo que el nivel de respiración para una mayor oxigenación de los músculos, aumenta. Por ello, beneficia en su salud el no utilizar ningún producto químico que pueda perjudicarles.

Lo más importante del futbol: las rozadoras y molestias en el césped artificial

Un mal saque, una mala entrada del equipo contrario a un jugador o un despeje del balón por parte del portero, puede tener consecuencias como roces o heridas. Uno de los espiga más que se asocian al césped artificial, es precisamente esto. Pero, sin embargo, este hecho es falso.

Los elementos que forman el césped artificial han evolucionado año tras años, reduciendo de esta manera por completo el calor que se produce con el roce de la piel humana. Las fibras y el relleno se fabrican a día de hoy expresamente para que no resulten perjudiciales al contacto con la piel.

También han conseguido que los tintes del césped artificial no destiñan y manchen la ropa que el jugador lleve puesta.