Black Knight: Una dulce pero limitada promesa de Sci Fi

Black Knight es una miniserie live action que llegó a Netflix el pasado 12 de mayo de 2023. Cuenta únicamente con seis episodios que duran poco menos de una hora. Los papeles estelares son interpretados por el flamante actor Kim Woo-bin como 5-8 y la insuperable Esom como Seol-ah, los personajes tienen distintos roles y pertenecen a diferentes clases sociales, la historia Sci Fi está ambientada en un mundo postapocalíptico en el que el oxígeno es limitado. 

Si bien en los últimos años la industria del entretenimiento de Corea del Sur se ha posicionado en el mundo especialmente por sus proyectos musicales de idols y por la producción de sus populares doramas, cabe mencionar que su producción artística de Literatura en formato narrativo y mixto -como son los webcómics- florecen, particularmente emerge el Sci Fi tras el levantamiento de la ocupación japonesa en su territorio. Debido a que inspiró con mayor fuerza el imaginar posibilidades posteriores a los desafortunados eventos que pusieron a Corea en una situación crítica llena de violencia y discriminación en varias esferas.

Black Knight es una entrega que, pese a tener las aristas esenciales de lo que conocemos como Sci Fi en Occidente, se permite introducir unos giros más amables, dirige un final muy optimista y se debate entre entretener y motivar un poco el pensamiento crítico hacia la sociedad, los sistemas y nuestro papel en ellos. A continuación te comentamos nuestra opinión acerca del título.

Una premisa básica: los héroes plurales de Black Knight

Como cada entrega de Sci Fi clásico, Black Knight planteará un conflicto ideológico acerca del posicionamiento humano desde perspectivas éticas y morales que también implican el desarrollo o la resistencia ante la sensibilidad. En las entregas Sci Fi principalmente se debate el tema de la justicia, se narran eventos que sumergen a la sociedad en una crisis debido a cambios inesperados y radicales o se narra acerca del enfrentamiento a cuestiones desconocidas.

Black Knight no cuenta con las altas tecnologías de modificación de corporeidades como el cyberpunk de Cyberpunk: Edgerunners, tampoco tendrá matices polvosos y sofisticados del steampunk como en Steamboy de Katsuhiro Ōtomo, ni será una entrega de Sci Fi dura como Interstellar o Tenet. No obstante, se compondrá de matices de las tradiciones anteriores, y sostendrá una puesta en escena llena de disparos, humor y sensibilidad. 

Black Knight es una historia ambientada en un mundo que únicamente cuenta con el 1% de la humanidad, debido aun siniestro impacto de asteroide que destruyó parte del mundo. Tras esto, la población es abrazada por un sistema que cuenta con una especie de barrera que protege un pequeño espacio, evitando la total contaminación del aire.

Sin embargo, este mismo sistema ubicó a las personas en niveles y respondiendo a éstos, se les asignan diferentes distritos para vivir, cada uno de estos lugares da “privilegios”particulares a la población -suponiendo que el oxígeno de consumo básico pueda ser considerado un privilegio en un mundo distópico que propone la discriminación de clase-. 

En el nivel más alto, las personas viven con normalidad; en el segundo nivel, la población cuenta con un pequeño y triste departamento, además de suministros básicos. Por otro lado, aquellos que viven en la periferia se conocen como refugiados y les son negados por completo los derechos humanos; sobreviven de manera muy precaria utilizando mascarillas mientras habitan espacios en medio de torbellinos arenosos violentos y casi mortales por la calidad del oxígeno.  

Los refugiados carecen de todo, sin embargo, hay una forma de salir de la marginación, pueden convertirse en repartidores que son mejor conocidos como Black Knights. Ellos, que forman parte del escalón más bajo, pueden aspirar a formar parte de este grupo que se encarga de hacer entregas en un ambiente hostil -tipo Tegami Bachi Reverse-. Reparten paquetes que pertenecen a la clase media de su jerarquía social. Sin embargo, es un gran objetivo, ya que deben cultivar habilidades impresionantes para sobrevivir a los cazadores -personas que roban paquetes- o para no perderse en las rutas desérticas. 

Los refugiados que lograron convertirse en Black Knights buscan apoyar a su clase de origen. Sin embargo, pese a haber cambiado de estrato social, siguen siendo despreciados por los altos cargos que ven a los refugiados como cargas. 

La aventura comienza cuando conocemos al repartidor 5-8 como la estrella temeraria, “el inigualable”, “la leyenda”. No solamente tiene buen corazón, sino que también posee habilidades muy destacadas. Todo comienza cuando el chico audaz se encuentra con una escena de asesinatos a sangre fría. 

Este segundo cuadro enmarca a la comandante Seol-ha y a su hermana, que muere tras el asalto. Sin embargo, no está sola, la acompaña su hermano adoptado, Sa-wol que es un refugiado rescatado por la comandante. No obstante, un gran secreto acerca de su persona podría ser la llave para tener más drama. 

Para no ahondar y spoilear la historia, queremos decir queBlack Knight comienza con una narrativa de venganza que se difumina. Pronto los personajes sabrán que se encuentran ante un sistema sangriento que no tiene más interés que deshacerse de los marginados. Y nuestro elenco deberá poner manos a la obra para salvar el día, pese a que los militares y los repartidores son de gamas distintas, llegará un punto en que como fuga del sistema tendrán que colaborar para sobrevivir, porque comparten la parte más importante de la ideología. 

Cabe destacar que observaremos un escenario que tiene elementos futuristas a nivel de sistema pero mayormente contemplaremos la precariedad de un desierto post apocalíptico. 

¿Qué tiene de especial Black Knight? 

Los episodios de Black Knight tienen un ritmo templado y pese a tener muchas dinámicas de  disparos, la acción y las escenas de combate cuerpo a cuerpo se limitan a ser satisfactorias, así, sin más. No hay sugerencias muy profundas al respecto, no se genera tensión más real. En parte debido al esmero limitado con respecto a la banda sonora aunque, para ser justos, casi todas las entregas de Sci Fi pecan en ello y no logran optimizar sus mejores escenas. 

Por otro lado, aunque el elenco podría tener potencial, la narrativa busca vertebrarse únicamente en el sistema como esencia ideológica, pero limitan el desarrollo de los personajes que llegan a volverse bastante planos, y en consecuencia tampoco se logra evidenciar a la corporación como constructo.  

Incluso los secretos y las hebras discursivas que podrían ser más complejas o más poéticas se desvirtúan por la dirección simple que abarca varios escenarios. Pese a que se sugieren crisis ideológicas de los personajes, se mantienen muy superficiales y como mera insinuación. Sin embargo, esto no es del todo malo, porque se logra equilibrar, por ejemplo, la aparición de todos los vértices de clases y se brinda un poco de cada contexto. Probablemente, para una miniserie fue un logro lo suficientemente brillante.  

Por otro lado, la construcción de los vínculos es ligera pero logra ejercer más presión. Sin embargo, comprendemos los lazos entre los personajes por asociaciones de nuestros constructos personales, más que por guías narrativas precisas, esto sin duda se siente bastante insulso y cae en matizar a los personajes de manera genérica. 

Black Knight podría resumirse como una propuesta limitada pero equilibrada. 

No obstante, aún con lo anteriormente comentado, Black Knight quedaría corto en casi todos sus planteamientos, resoluciones y limita sus posibilidades. Aunque el desempeño del elenco fue agradable, especialmente Woo-bin. 

Los primeros trazos del mundo de Black Knight 

Black Knight de Netflix toma como base el webcómic de Lee Yun Kyun, cuyos primeros cuatro capítulos puedes están disponibles de manera gratuita aquí. Su entrega fue premiada en 2018 en el Asian Film Market.

Y a través de ella encontramos la propuesta general de la nueva adaptación, que lejos de ser fiel podría ser interpretada como una visión nueva que se inspira en el webcómic, debido a que las diferencias en la narrativa son firmes.

Por esto, pensar en una segunda temporada es difícil, ya que  tendría que contar con un guión completamente nuevo. Probablemente se alejaría mucho más de la vertiente original Y las bases sostenidas hasta el momento se fracturarían, legando una perspectiva aún  más distinta de su base original.   

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Una opinión general del manto de arena 

Black Knight es una entrega bastante optimista como para reconocerse ciertamente como Sci Fi, por ejemplo, no tiene el final ácido o vacío esperado que resulta de las crisis más irremediables.  

Por otro lado, no logra generar un clímax real, ni resuelve parte de las dudas que abre. Cada uno de los argumentos se solucionan como si tiraras un puño de sal al agua, de manera rápida y sin gran evento, la emoción se disuelve. 

Sin embargo, hay que mencionar el particular cultivo de Sci Fi en Oriente: las puntas que Corea del Sur erige lentamente para diferenciarse de la tradición de América, y de Oriente mismo. Su posición general difiere, por ejemplo, de las nociones de la fuerte y sofisticada estructura que construye China o de la fantasmagórica y tenebrosa cuestión corporativa-humana que se propone desde América.  

Si bien el Sci Fi, como menciona Andrea Chapela, es considerado como un género menor de la Literatura Universal. Corea genera propuestas realmente innovadoras que hibridan nociones que parecen muy inconexas y por ello mismo renuevan el interés. 

Algunos pulcros ejemplos de ello son las obras de las siguientes escritoras contemporáneas. Bora Chung con Cursed Bunny entrega una antología de cuentos de Sci Fi llenos de un folclore oscuro aunados a la complicada posición de la mujer en la actual Corea del Sur. Por su parte, Kim Bo-Young entrega On the Origin of Species and Other Stories y I’m Waiting for You, con una epístola mecánica y el rastreo de los orígenes. 

También, Kim Cho-Yeop se propone mantener a los cyborgs en la escena y matiza la naturaleza y su destrucción con títulos como Greenhouse at the End of the Earth, Becoming a Cyborg o The World We Just Left Behind. 

Además, tenemos a Seyeong Jeon que mediante Home y Cosmic Go -éste último recibió una adaptación a webcómic- intenta desestructurar la sexualidad y las identidades a través de una escritura arriesgada y sensible  a la par de filosa. Incluso veremos un poco de lenguaje inclusivo en su obra. 

Esta es la puesta en escena en la que emerge Black Knight; cabe mencionar que el Sci Fi en coreano se traduce como gongsang gwahak. La primera palabra se refiere a la fantasía, a lo irreal, pero que más bien apunta al futuro o a una posibilidad, a una visión. La segunda está constituida por dos partes, gwa significa ley o verdad y hak estudio. De esta manera, el estudio de la verdad nos terminaría dando como resultado la palabra ciencia.  

Concluyendo podemos decir que los matices de gongsang gwahak también sugieren diferentes posibilidades narrativas -por sus implicaciones- en el Sci Fi surcoreano. 

Ante este panorama y enfocando Black Knight desde estas particulares vertientes, es probable que tenga una propuesta que diste un poco de lo que intentamos reconocer como Sci Fi. Definitivamente, si buscamos lo clásico, tendremos dificultades, huecos y dudas acerca de su rendimiento. Desde esta perspectiva, Black Knight pierde el rumbo entre todos los vértices que intenta unir, pero logra entonar todo a través de constructos simples. 

Black Knight no entra en los parámetros de Sci Fi occidental, pero pareciera que emerge junto a otras interpretaciones y posibilidades de ello, dejando atrás los ácidos y profundos vacíos que suelen dejar este tipo de entregas.  

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