Durango

Casa Faya: el elefante blanco de Gómez Palacio

En el pasado, la nombrada Casa Faya representó un símbolo de desarrollo y prosperidad. Hoy, 112 años después, encarna la alegoría del elefante blanco. En 1912 el agricultor español Silvestre Faya terminó de construir la que posiblemente sea la mejor casa que se levantó durante el siglo pasado en Gómez Palacio, Durango, así la calificó el cronista Pablo Machuca Macías en su ensayo sobre la fundación de la ciudad. En el corazón del municipio, su fachada de ladrillo rojo aún ostenta 12 ventanas protegidas con herrajes artísticos. Sus columnas, marcos de puertas y cornisas labradas de cantera parecen susurrar el tiempo pasado, una época de bonanza que se reflejó en la arquitectura que se gestó en aquellos años. En el pasado, la nombrada Casa Faya representó un símbolo de desarrollo y prosperidad. Hoy, 112 años después, encarna la alegoría del elefante blanco, pues en 2014 se presumió la obra de un museo que rescataría la historia gomezpalatina. Diez años pasaron de esa promesa cultural, y hoy, la casa está bajo la lupa de la Fiscalía General de la República (FGR). En 2014, el priísta José Miguel Campillo Carrete, entonces alcalde de Gómez Palacio, Durango, anunció un museo histórico, el primero de su tipo en la ciudad. Como primer paso, compró el centenario inmueble conocido como la Casa Faya, obtuvo 8 millones de pesos de recursos federales a través del Programa de Apoyo a la Infraestructura Cultural de los Estados (PAICE), que se desprende de la Secretaría de Cultura, y se comprometió a aportar 12.8 millones de pesos de las arcas municipales. Luego, vino el silencio. El proyecto cultural, se anunció, también contemplaba la remodelación de la casa antigua ubicada con el número 101 de la Avenida Morelos en Gómez Palacio, catalogada como Monumento Histórico ante el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). ORIGEN DEL PROYECTO CULTURAL La idea de comprar la llamada Casa Faya (con una superficie total de mil 720.40 metros cuadrados) nació en la administración del priista José Miguel Campillo Carrete. En el 2014, el municipio pagó 5.1 millones de pesos al notario Fernando González Lafuente por el inmueble. Campillo Carrete declaró para esta investigación que en su administración identificaron la necesidad de crear un museo que preservara el acervo histórico y cultural de la ciudad. Por ello, dijo, le asignó esa tarea a Elena María de los Ángeles Romo Zozaya, “Yeye”, como ella se identifica públicamente y en sus redes sociales, quien era la entonces directora del Instituto Municipal de Cultura. Fue así que en el 2015, el proyecto “Rehabilitación y equipamiento del Museo de Historia, Antigua Casa Faya” fue seleccionado para recibir recursos del Programa de Apoyo a la Infraestructura Cultural de los Estados (PAICE), otorgado por el gobierno federal. El objetivo del programa es financiar proyectos culturales para rehabilitar, construir y equipar espacios destinados al quehacer artístico y cultural como casas de cultura, centros culturales, centros de formación y producción artística, bibliotecas, museos, archivos históricos y teatros. El entonces Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) (hoy Secretaría de Cultura) y el Ayuntamiento de Gómez Palacio firmaron un convenio de colaboración el 30 de julio de 2015. En el documento se detalló que la aportación total sería de 20.8 millones de pesos; la ejecución del recurso tenía que efectuarse en un período no mayor a 12 meses y tenía como vigencia del 30 de julio del 2015 al 23 de octubre del 2016. La federación, a través de Conaculta, aportaría 8 millones de pesos en una sola exhibición, a más tardar 20 días hábiles después de la firma del convenio. El recurso fue transferido al municipio el 21 de octubre del 2015, y este último se comprometió a dar 12 millones 821 mil 643.87 pesos en una sola exhibición y a entregar la obra concluida en tiempo y forma. En ese momento, la administración municipal que firmó el convenio estaba representada por José Miguel Campillo Carrete, exalcalde de Gómez Palacio; Regulo Octavio Gamez Dávila, exsecretario del Ayuntamiento; Fernando Uribe Novella, exdirector de Obras Públicas y Desarrollo Urbano, y Elena María de los Ángeles Romo Zozaya, exdirectora del Instituto Municipal de Cultura. Para cumplir con los compromisos y con las reglas de operación del programa, el Ayuntamiento conformó, en el 2015, un grupo de ciudadanos que tenían la función de dar seguimiento al proceso de restauración, declaró “Yeye” Romo, exdirectora de Cultura (2013-2016), en una entrevista realizada para esta investigación. “Cuando tú manejas dinero federal, ellos (las autoridades federales) tienen ciertos lineamientos y entre esos estaba conformar un grupo de observadores ciudadanos para que pudieran estar pendiente de, llámese compañía, constructora, o arquitecto, a quien se le diera la restauración, de cómo iba siendo aplicado ese dinero”. Eduardo Castañeda Martínez lideró el Comité de Seguimiento del Proyecto del Museo Histórico de la Ciudad Casa Faya, junto con Gerardo Martín Sarabia y Javier Leyva González, confirmó la ex funcionaria. Asimismo el arquitecto Gustavo Montes fungió como supervisor técnico de la obra. Aunque la entrega puntual de los trabajos en la Casa Faya fue un compromiso dentro del convenio de colaboración firmado en 2015, para el 23 de octubre del 2016, fecha que se estipuló para culminar la obra, el acuerdo no se cumplió y la siguiente administración municipal tuvo que modificar el contrato para aplazar el término del mismo. UN PROYECTO IRREGULAR DESDE EL INICIO La convocatoria de licitación para empezar la obra fue lanzada hasta el 16 de febrero de 2016: siete meses después de que las autoridades firmaron el convenio. Ese mismo día fue publicada en el Diario Oficial de la Federación. Aunque se trató de una licitación pública nacional, la empresa Aresa de La Laguna, S.A de CV. fue la única que presentó una propuesta cuyo valor era de 7. 9 millones de pesos, según el acta de recepción y apertura de propuestas obtenida para esta investigación. Cabe mencionar que la autora de este reportaje intentó entrar en contacto con algún representante de la empresa Aresa de La Laguna; sin embargo, en los teléfonos que se ofrecen de la firma en internet, o no dieron línea o nadie contestó. Asimismo, se acudió a su domicilio fiscal: calle Juan E. García sur número 79 en el centro de Torreón, pero en tal dirección solo existe una casa sola y deshabitada, así lo confirma una acta circunstanciada dirigida a la empresa el 17 de marzo del 2023 por parte de la Secretaría de Finanzas del Estado de Coahuila. Por otro lado, a pesar de que esta empresa fue la única concursante para el proyecto, las autoridades del Ayuntamiento de Gómez Palacio aseguraron que la compañía en mención fue elegida entre una triada de firmas participantes, de acuerdo con uno de los reportes trimestrales que entregó a la Secretaría de Cultura federal. En las bases de la licitación se estipuló que la restauración sería del interior y exterior de la casa, y se harían trabajos de albañilería, rehabilitación de pisos, plafones y pintura; reparación de fachada lateral, voz y datos, domo, red contra incendio, detectores de humo, herrería, cantería, cancelería, instalaciones hidro sanitarias e instalaciones eléctricas, entre otros trabajos. En diciembre de 2016, Eduardo Castañeda, encargado del Comité de Seguimiento, declaró a los medios que desconocía si ya se habían aplicado los 8 millones entregados por el PAICE. Ese mismo año, “Yeye” Romo, la entonces directora del Instituto Municipal de Cultura, fue señalada por conflicto de interés en las obras de la Casa Faya. En ese tiempo, ella misma aseguró a través de varios medios de comunicación, no haber manejado ni un peso del recurso federal. “Esos 8 millones sí se aplicaron, pero al final la persona que estaba llevando a cabo la restauración, los últimos movimientos no fueron notificados a los observadores, no mandaron nada”, dijo Romo en una entrevista para esta investigación. Aseguró que los 8 millones llegaron directo a la Tesorería Municipal, por lo cual, afirmó, ella nunca manejó un peso. Por su parte, el exalcalde José Miguel Campillo testificó que sí se aplicaron los 8 millones que se obtuvieron por parte de la federación y que con ellos se completó la primera etapa del proyecto de museo. “Claro que sí se aplicaron (los 8 millones de pesos). Se creó un Consejo Ciudadano que marcaba la normatividad del PAICE, un Consejo Ciudadano donde participaban gente destacada en el tema de la cultura, y por parte del Ayuntamiento estaba en mi representación el director de Obras Públicas Fernando Uribe y la señora Yaye Romo, quien era la que coordinaba todo el proyecto”, aseveró el exalcalde. Asimismo contradijo a la misma Romo, quien en un principio afirmó que el recurso lo manejó el departamento de tesorería. “El recurso lo manejó el Comité. Se hacía una propuesta de qué se iba a hacer, se presentaban presupuestos y todo los aprobaba el Comité”, puntualizó Campillo. Por otro lado, Gustavo Montes, quien fungió como supervisor técnico de la obra, afirmó que cuando dejó el cargo en el 2016, los trabajos presentaban un 60 por ciento de avance y señaló que en 2017 se determinó que la obra ya estaba concluida. Lo anterior fue confirmado en el reporte final que el municipio envió al PAICE, obtenido vía transparencia, con fecha del 23 de febrero del 2017, en el cual las autoridades detallaron que desde el 23 de enero del mismo año se finiquitó a la empresa Aresa de La Laguna por los trabajos de rehabilitación en la Casa Faya y se registró un avance físico estimado del 100 por ciento; sin embargo, hasta la fecha, los gomezpalatinos no han podido disfrutar de ese inmueble centenario. En una entrevista realizada a Montes durante el 2023, declaró que, en su percepción, los trabajos de restauración iban apenas en un 80 por ciento. Pero para él este avance permitía que la casa fuera aprovechada para actividades artísticas, porque, expresó: “Un edificio sin usar se deteriora más rápido”. “Tristemente era el primer proyecto de rescate de patrimonio del municipio y el primer museo municipal de Gómez Palacio. Si bien es cierto que tenemos un Museo de Arte Moderno, el Museo infantil El Acertijo y tenemos un museo comunitario, el municipio no tiene un museo público y este iba a ser el primero”, opinó Gustavo Montes. CIERRE DEL PROGRAMA El 30 de marzo del 2017, según el reporte final, se celebró la última sesión del comité de seguimiento del PAICE en la cual se realizó el acta del cierre del programa. En una de las primeras visitas a la casa, la autora de este reportaje observó la existencia de dos placas en las que se lee que las obras fueron concluidas gracias al apoyo del PAICE; sin embargo, el velador no le permitió tomar fotografías ni realizar un recorrido, debido a que la casa, dijo, se encontraba bajo resguardo. El 11 de mayo del 2023 se solicitó vía transparencia todos los estados de la cuenta Banorte en la que el municipio recibió los 8 millones de pesos del PAICE, en respuesta, el Comité de Transparencia del ayuntamiento de Gómez Palacio clasificó esa información como reservada por un periodo de cinco años. Argumentó que el proyecto Museo Casa Faya era objeto de procedimientos administrativos abiertos por la Contraloría Municipal. Según esa respuesta del municipio, la investigación no había sido resuelta por la autoridad competente y, de darse a conocer, podría “poner en riesgo los procesos penales y administrativos en los cuales la información se encuentra contenida, así como poner en riesgo, la seguridad, la vida y los derechos humanos de los servidores públicos”. Para corroborar que la casa siguiera resguardada se acudió en días recientes al inmueble. En esta ocasión nadie atendió la puerta. Además, respecto a su estado físico, se observaron grafitis pintados sobre los muros del edificio, también se detectó humedad en los balcones, suciedad de aves, y, aún, la falta de puertas en cuatro de sus doce ventanales. También se acudió a Contraloría Municipal de Gómez Palacio para preguntar sobre el estatus actual de los procesos administrativos abiertos por el tema de la Casa Faya, al inicio no se localizó a la contralora Ana Lucía Ramírez Cuesta. Luego de insistir por teléfono, la funcionaria mandó a decir, en voz de sus asistente, que no podía emitir ninguna declaración al respecto, debido a que el procedimiento (de la Casa Faya) era llevado por otra dependencia. Q UÉ PASA ACTUALMENTE CON LA CASA FAYA A pesar de la opacidad mostrada por dependencias y funcionarios relacionados con el caso, la autora obtuvo alguna información a través de respuestas por transparencia, como que el expediente del “Proyecto de rehabilitación y equipamiento del museo de historia, Antigua Casa Faya” de 975 páginas, fue entregado a la Unidad de Asuntos Jurídicos de la Secretaría de Cultura porque esta área lo solicitó de manera “urgente” el 21 de junio de 2023. Lo anterior sucedió porque la FGR notificó a Eréndira Cruzvillegas Fuentes, titular de dicha Unidad, para que compareciera ante el Ministerio Público en la investigación de la carpeta iniciada por el tema de este inmueble histórico. Por su parte, la FGR sobre el estatus de esa indagatoria, respondió que la solicitud había sido turnada a la Fiscalía Especializada en materia de Combate a la Corrupción (FEMCC), dependencia que contestó que por tratarse de información que forma parte de una carpeta de investigación tramitada ante el Ministerio Público por la posible comisión de un delito, por ley, se reservaba la información solicitada. Sin embargo, la autora de este reportaje tuvo acceso a la denuncia inicial interpuesta en la administración de Marina Vitela. A través de una filtración por parte de una persona allegada al caso que pidió el anonimato por miedo a represalias, se pudo conocer que la denuncia fue sellada de recibida el 8 de julio del 2020 por la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción del Estado de Durango ( FECCED), misma que a través de la dirección de comunicación social, informó que por tratarse de recursos federales, la denuncia fue turnada a la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción de la FGR el 29 de enero de 2021. En el documento se revela el nombre de 22 funcionarios públicos municipales y federales, más los que llegaran a resultar responsables, y se señala como concepto general de la conducta delictiva la “falta de terminación de la obra de Rehabilitación y equipamiento del Museo Casa Faya”, iniciada desde el 2015, así como los trabajos mal hechos y una justificación indebida ante el PAICE por la aplicación del recurso otorgado mediante simulación de actos, pagos ilícitos y excesivos, además de diversas irregularidades. Algunos de los delitos penales que se mencionan en la denuncia filtrada y que presuntamente fueron cometidos por funcionarios públicos son: falsedad en declaraciones judiciales y en informes dados a una autoridad, peculado, delito de ejercicio ilícito de servicio público, abuso de autoridad y falsificación de documentos. VALOR HISTÓRICO DE LA CASA FAYA La casa centenaria tiene un peso histórico importante. Según el historiador Carlos Castañón Cuadros, la historia de las ciudades se encuentra en sus casas, en sus edificios históricos y en sus inmuebles. “Estos materiales dan una idea de cómo vivía la gente. La Casa Faya es una casa representativa de la historia de Gómez Palacio, pero también de la época de bonanza del algodón porque se construye con el dinero del algodón y con la riqueza que generó el Río Nazas. Es muy interesante que detrás de estos hermosos muros de ladrillo rojo de cantera duranguense, detrás de este estilo orgánico con una serie de detalles finamente labrados, se representa la identidad de los gomezpalatinos y los laguneros”, contó. Castañón expresó que la Casa Faya representa un patrimonio de los gomezpalatinos, pues a través de los materiales, adobe y ladrillo, narra la historia de la ciudad. Para el historiador, este inmueble representa la arquitectura de Gómez Palacio. “Por un lado los materiales completamente laguneros: el ladrillo, el adobe y las maderas. De eso está hecha la casa, con una base de piedra caliza. Por otro lado, la cantera duranguense le da un plus, no es cualquier casa, perteneció a Silvestre Faya, agricultor de origen asturiano de clase alta. Se trata de una casa de alguien pudiente de 1912 que nos habla del esplendor que tuvo Gómez Palacio en esos primeros años del siglo XX”. Arriba del edificio, en la parte central de la cornisa, destacan entrelazadas en una placa las letras iniciales del nombre de su propietario: S. F. (Silvestre Faya). En la izquierda al lado del portón, se aprecia grabado el año de 1912, fecha en que terminaron su construcción. “Ojalá que se pueda rescatar algún día y se entregue a la ciudad como un museo, un archivo histórico o como un espacio cultural que se pueda disfrutar. Estoy seguro que la autoridad municipal que tome esto en sus manos y lo entregue a los ciudadanos va a trascender en la historia de esta ciudad”, opinó. Registrada como un bien inmueble con valor cultural en el Catálogo Nacional de Monumentos Históricos Inmuebles del INAH, la Casa Faya ha respetado su origen ante la transformación natural de la ciudad. “En la (calle) Morelos, particularmente, donde había varios edificios de ladrillo y adobe, esta edificación es la única que sobrevive”, dijo Castañón Cuadros. Para el historiador se trata de una joya arquitectónica que representa el patrimonio vivo de Gómez Palacio “porque no está inerte, está vivo”. Por su parte, el arquitecto Montes, quien, recordemos, fue el primer supervisor técnico de la obra, señaló que el proyecto fallido del museo es una deuda cultural para la ciudad. “Porque el museo pretendía no ser solamente un museo de la ciudad, sino un museo regional que hablara prácticamente de la fundación de la Comarca Lagunera”. Lamentó que actualmente la Casa Faya esté cerrada. “Los riesgos que tiene la obra es prácticamente su deterioro”, y añadió que “si el patrimonio desaparece, también lo hace la historia y una parte de nosotros mismos”. Lo que se sabe hasta el momento es que la FGR mantiene bajo la lupa el proyecto de museo que se pretendía ejecutar en esta casa centenaria que corre el riesgo de deteriorarse y, con ello, sea posible, se pierda no sólo una parte de la historia de Gómez Palacio, sino también de la región de la Comarca Lagunera. Diez años después de la promesa cultural, la Casa Faya representa un elefante blanco envuelto en opacidad, muy alejado de ser un espacio que cobije a la cultura gomezpalatina, como se pretendía. 5.1 MILLONES de pesos pago el Gobierno de Gómez Palacio en 2014 al notario Fernando González por el inmueble 1,720.4 METROS CUADRADOS es la superficie de la Casa Faya

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