Con siete disparos, así hallaron el presunto cuerpo de ‘El Chueco’; Ejército vigila funeraria

Aunque la Fiscalía de Chihuahua señaló que no puede confirmarse aún que el cuerpo hallado en la zona serrana de Choix sea el del líder criminal conocido como “El Chueco”, en la ciudad de Los Mochis, elementos del Ejército Mexicana resguardan la casa funeraria a donde fue trasladado.

Esta mañana, en conferencia de prensa, el fiscal de Chihuahua, César Jáuregui, informó que aunque tienen el testimonio de la ciudadana Diana Carolina Portillo, identificada como hermana de José Noriel Portillo, alias “El Chueco”, de que el cuerpo encontrado en Sinaloa pertenece a su hermano, “no podemos dar por confirmado hasta que tengamos pruebas científicas” que corresponde al líder criminal.

En su mañanera de hoy, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que encontraron una persona, al parecer ejecutada, que podía ser José Noriel Portillo, “El Chueco”, presunto asesino de dos sacerdotes jesuitas en Chihuahua.

López Obrador explicó que la Guardia Nacional y el Ejército están haciendo los análisis de identificación. “Parece que fue una ejecución”, dijo AMLO, adelantando que hoy mismo se darían detalles sobre la presunta muerte de “El Chueco”.

¿QUIÉN ES ‘EL CHUECO’?

José Noriel Portillo Gil, “El Chueco”, era uno de los líderes del crimen organizado más temido en la zona de la Sierra Tarahumara.

Los habitantes de la región contaron que, antes de la muerte de los sacerdotes jesuitas, se le veía pasar por las calles de las regiones de Bahuichivo, San Rafael y Cerocahui en el municipio de Urique, con vehículos de reciente modelo e incluso algunos blindados.

Desde el 2018, era buscado por la muerte de un profesor estadounidense y, de acuerdo con datos oficiales, pertenecía al grupo de la Gente Nueva del Cártel de Sinaloa.

Las zonas de operación que tendría en la Sierra de Chihuahua serían Mesa de Arturo, Bahuichivo, donde se dice que vivía hasta el día del crimen de los sacerdotes, así como San Rafael, Cerocahui, entre otras.

SIETE DISPAROS

Este miércoles, se informó sobre el hallazgo del cuerpo de un persona asesinada de siete disparos en la zona serrana de Choix, el cual se presume, es el homicida de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, en el estado de Chihuahua. Respecto al caso, trascendió que el cadáver correspondía a José Noriel Portillo, alias “El Chueco”.

La familia de esta persona, localizada muerta el pasado fin de semana, en las cercanías de la comunidad de Picachos, en los límites con el estado de Sonora, al reclamar su cuerpo, lo identificó con dicho nombre, por lo que peritos forenses, de Chihuahua y Sinaloa, le practican estudios genéticos para confirmar su identidad.

VIGILAN FUNERARIA

En tanto, en la casa funeraria Moreh, ubicada en la avenida Independencia de la ciudad de Los Mochis, ya se observa la presencia de elementos del Ejército Mexicano que patrullan la zona, como medida de seguridad para evitar una posible extracción del presunto cuerpo de “El Chueco”.

LOS PRESUNTOS CRÍMENES DE ‘EL CHUECO’

Según la información que se conoce, la tarde del pasado 20 de junio del 2022, en la comunidad de Cerocahui, en la región Tarahumara del estado de Chihuahua, “El Chueco” asesinó a los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, al intentar defender a un guía de turista que era perseguido, identificado como Eliodoro Palma y quien también resultó muerto.

Según las investigaciones abiertas, se identificó al presunto homicida como José Noriel Portillo, alias “El Chueco”, sobre el que existen varias órdenes de aprehensión, por más casos que el conocido de los sacerdotes jesuitas, pues, al margen del crimen en Cerocahui, al líder criminal se le acusa de haber matado también a un profesor estadounidense, de nombre Patrick Braxton, quien fue asesinado en la Sierra de Chihuahua en el 2018.

Durante nueve meses y particularmente tras lo ocurrido con los sacerdotes jesuitas, “El Chueco” estuvo considerado como prófugo de la justicia y, aunque se ofrecía una recompensa de hasta 5 millones por su paradero y pese a que los habitantes de la región en constantes ocasiones denunciaron haberlo visto en la región de San Rafael y Cerocahui en Urique, así como en Temoris, no había podido lograrse su detención por las autoridades, que desde junio del 2022 mantenían un operativo en toda la zona donde se conocía sobre su influencia.