Ciudades del futuro Tecnología e innovación

Democratizar la inteligencia artificial

Divulgar y acercar a la ciudadanía las posibilidades de la inteligencia artificial es el principal objetivo del reciente trabajo del marinense Pablo Navarro, que ha decidido hacer uso de los recuerdos en blanco y negro de sus vecinos para mostrar las posibilidades de las nuevas tecnologías. El Ateneo Santa Cecilia acogerá hasta el próximo día 27 las fotografías coloreadas que Navarro ha conseguido devolver a la vida utilizando únicamente un software informático.

El marinense, que estudió física y trabaja como desarrollador de software en la actualidad, dio con esta posibilidad hace unos meses cuando se encontró con la tecnología, un software creado por un informático de Silicon Valley que decidió liberar su funcionamiento para que este pudiese ser empleado por otras personas alrededor del mundo, y Pablo Navarro fue una de ellas.

Su principal objetivo para esta nueva tecnología es acercarlo a nivel local, democratizando su uso y buscándole una utilidad no solo en el ámbito cultural, sino en una actividad que conectase especialmente con los vecinos. Con esa idea en mente surgió la posibilidad de utilizar fotos antiguas de Marín en blanco y negro del extenso archivo que posee el Ateneo Santa Cecilia y devolverles su color sin ningún tipo de intervención humana.

«Es necesario cerrar esas brechas de conocimiento porque al final va a redundar en beneficio de la comunidad»

Pero Navarro no es el único interesado en hacer uso de la inteligencia artificial para darle color a piezas artísticas. “La compañía que creó el software estuvo en conversación con Pixar recientemente para trabajar con ellos, pero ya lo han licenciado en su versión más puntera a otra empresa también muy conocida, de restauración del patrimonio cultural”, explica. Desde su uso en animación para colorear imágenes, hasta su utilización en casa para colorear fotos, el marinense explica que las utilidades de esta tecnología son muy variadas y que se encuentra en continuo movimiento, mejorando e innovando.

UN PAPEL CULTURAL. “Parte de los objetivos es demostrar que tiene una utilidad sociocultural. He enseñado estas fotografías a gente mayor y por momentos se les ilumina la cara al verlas“, destaca el marinense. Dotar de esa posibilidad cultural a esta tecnología es uno de los motivos por los que Navarro ha escogido fotografías antiguas de Marín, reconocibles especialmente entre los propios vecinos.

Las posibilidades futuras de esta tecnología son infinitas y aún no se sabe con certeza los alcances que tendrá aunque se espera que llegue a los hogares de todos mucho antes de lo que nos esperamos. De hecho, la preocupación porque estas fotografías coloreadas proliferen y ensombrezcan la existencia de las originales ha obligado a los artistas como Navarro a indicar con un pequeño símbolo en una de las esquinas que se trata de una fotografía retocada con inteligencia artificial. Un pequeño símbolo que identifica que se han empleado colores artificiales en la creación.

FUTURO. Una práctica de buena ética que se lleva a cabo con la certeza de que el día de mañana esta tecnología estará tan extendida que será difícil para las generaciones del futuro saber si algún día estuvieron en blanco y negro. Y es precisamente ese miedo a la invasión de la inteligencia artificial lo que Pablo Navarro quiere acercar a la gente de Marín.

“Me apetecía probarlo por primera vez con fotos de mi pueblo”, explica. “Esta es la primera vez que sale de mi casa, pero no descarto continuar con ello y seguir divulgando”.

DIVULGACIÓN. “Esta tecnología va a automatizar muchos trabajos en los próximos años, transformando el mercado laboral, y eso puede dejar a mucha gente en la calle“, explica. Por lo tanto, “para evitar esa desigualdad de oportunidades, primero hay que reducir la desigualdad de conocimiento”. “Todos aquellos que tengamos un poco de conocimiento, creo que es necesario divulgar y cerrar esas brechas de conocimiento porque al final va a redundar en beneficio de la comunidad”.

“Un estudio que maneja la Unión Europea habla de que para 2030 una cuarta parte de los puestos trabajos pueden ver tareas automatizadas“, advierte.

El software que se encarga de transformar estas fotos está en continuo cambio. “Hace tan solo tres días salió ya una versión un poco mejorada”, explica. El sistema se perfecciona con el trabajo de aquellos que continúan introduciendo cientos de miles de fotografías en el sistema y, aunque las fotos de Pablo Navarro solo supondrían un pequeño cambio, su colaboración y la de aquellos que continúan mejorando el ‘entrenamiento’ del software podría ser clave para el desarrollo de la herramienta y su perfeccionamiento.

«Un estudio de la UE estima que al menos una cuarta parte de los trabajos en 2030 tendrán tareas automatizadas»

CÓMO FUNCIONA. El funcionamiento de esta tecnología es simple a primera vista. La máquina es la que se encarga de decidir qué color corresponde en cada lugar, “no hay intervención humana“. La inteligencia artificial se basa en un entrenamiento previo, “es como un bebé aprendiendo a andar, nadie la explica cómo tiene que moverse exactamente, él lo aprende a base de intentarlo”, explica Pablo Navarro, “se basa en explorar todas las posibilidades”. “Además es interesante porque no sabes exactamente la manera en la que el bebé está aprendiendo, no puedes explicar con palabras qué está llevando a cabo para conseguirlo, la inteligencia artificial funciona de forma muy similar”.

Navarro destaca que esta tecnología es muy accesible para todo el mundo y ya hay mucha gente trabajando para que pueda ser utilizada cuanto antes por la máxima gente posible. “Del mismo modo que nosotros no tuvimos que aprender a programar para poder usar Internet, sino que fue este quien se adaptó a nosotros, con esto ocurrirá igual. Me mantengo optimista”.

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