Gas Natural y el Panorama Energético en México y Estados Unidos: Diagnóstico, Comparación y Recomendaciones

Francisco C. De La Torre

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CDMX Enero 13 del 2026-El gas natural es un elemento esencial en la generación de electricidad en México y Estados Unidos, aunque las diferencias en su uso, distribución, y la integración de otras fuentes energéticas resaltan los desafíos y oportunidades para México. Este reporte ofrece una visión integral del panorama actual, la importancia del gas natural en la matriz energética de ambos países, y un enfoque detallado para optimizar su distribución y eficiencia en México.

Panorama Energético de Estados Unidos
En 2023, la generación eléctrica en Estados Unidos se distribuye de la siguiente manera:

Gas natural: ~38%.
Energías renovables (solar, eólica, hidroeléctrica, biomasa y geotérmica): ~21%.
Eólica: 11%.
Solar: 5%.
Hidroeléctrica: 5%.
Carbón: ~20%.
Nuclear: ~19%.
Petróleo y otros combustibles líquidos: ~1%.
Otros (biogás, residuos sólidos): ~1%.
Tendencias:
Estados Unidos ha reducido significativamente su dependencia del carbón gracias al auge del gas natural y las energías renovables, que han ganado terreno mediante incentivos económicos y avances tecnológicos. La energía nuclear sigue siendo clave para la estabilidad del suministro y la reducción de emisiones.

Panorama Energético de México
En México, la generación eléctrica refleja una mayor dependencia de los combustibles fósiles:

Gas natural: ~60%.
Energías renovables: ~26%.
Hidroeléctrica: 11%.
Eólica: 9%.
Solar: 5%.
Geotérmica y otras renovables: ~1%.
Carbón: ~8%.
Petróleo y combustóleo: ~5%.
Nuclear: ~1% (Laguna Verde).
Tendencias:
México depende en gran medida de las importaciones de gas natural desde Estados Unidos. Aunque las renovables han crecido, enfrentan barreras regulatorias y de infraestructura. La generación con combustóleo y carbón sigue siendo significativa, especialmente en plantas operadas por la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

Distribución Actual del Gas Natural en México
Importaciones desde Estados Unidos:

Más del 85% del gas natural consumido en México se importa desde Estados Unidos, principalmente a través de gasoductos que conectan con Texas.
Las interrupciones en el suministro o la volatilidad de precios en el mercado estadounidense representan un riesgo significativo.
Infraestructura de transporte:

México cuenta con una red de gasoductos de más de 15,000 kilómetros, pero la mayoría está concentrada en el norte y centro del país.
La región sur enfrenta un acceso limitado al gas natural, lo que restringe su desarrollo económico.
Capacidad de almacenamiento:

México carece de instalaciones de almacenamiento estratégico, lo que impide manejar fluctuaciones en la demanda y aumenta la dependencia de suministros en tiempo real.
Uso por sector:

Generación eléctrica: 60%.
Industrial: 24%.
Residencial y comercial: 6%.
Transporte y otros: 10%.
Comparación: México vs. Estados Unidos
Gas natural: Ambos países dependen significativamente de esta fuente, pero México lo utiliza en mayor proporción (60% vs. 38%) debido a una menor diversificación.
Renovables: Estados Unidos ha avanzado más en diversificación, mientras que México depende principalmente de la hidroeléctrica y la eólica.
Nuclear: Representa el 19% en Estados Unidos, mientras que en México es marginal (~1%).
Carbón y combustóleo: Más presentes en México (13%) debido al uso de tecnologías más antiguas.
Recomendaciones para México y la CFE
Ampliar la infraestructura de transporte:

Construir gasoductos hacia el sur para conectar regiones con alto potencial económico que actualmente no tienen acceso.
Establecer asociaciones público-privadas para financiar proyectos de infraestructura.
Crear capacidad de almacenamiento estratégico:

Construir instalaciones subterráneas para almacenar gas durante periodos de baja demanda y garantizar suministro durante picos.
Alcanzar un objetivo inicial de almacenamiento equivalente a 5 días de consumo nacional.
Optimizar la distribución del gas natural:

Priorizar su uso en generación eléctrica e industrias de alto valor, como petroquímica y manufactura avanzada.
Promover su adopción en sectores residenciales y comerciales mediante subsidios y programas de incentivo.
Incorporar tecnologías digitales:

Usar inteligencia artificial para gestionar y monitorear la red de gasoductos, mejorando la eficiencia y reduciendo pérdidas.
Implementar sensores IoT para detectar fugas y optimizar la distribución.
Diversificar fuentes de suministro:

Fomentar la importación de gas natural licuado (GNL) desde otros países para reducir la dependencia de Estados Unidos.
Explorar campos de gas natural en el Golfo de México y otras áreas con reservas potenciales.
Modernizar la generación eléctrica:

Sustituir plantas de carbón y combustóleo por turbinas de gas más eficientes y menos contaminantes.
Aumentar la inversión en energías renovables, especialmente solar, eólica y geotérmica, como complemento del gas natural.
Reformas regulatorias y de mercado:

Simplificar los permisos para proyectos de gas y renovables.
Establecer incentivos fiscales para empresas que inviertan en infraestructura de almacenamiento y generación limpia.
Colaboración internacional:

Ampliar acuerdos con Estados Unidos para garantizar precios competitivos en las importaciones de gas.
Explorar acuerdos energéticos con Centroamérica y el Caribe para desarrollar mercados regionales.
Conclusión
México tiene una oportunidad única para modernizar su sector energético, aprendiendo de la experiencia de Estados Unidos en diversificación y tecnología. Mientras que el gas natural seguirá siendo crucial en el corto plazo, el país debe priorizar inversiones en infraestructura, renovables y tecnologías de almacenamiento. Estas acciones no solo garantizarán un suministro más eficiente y seguro, sino que también posicionarán a México como un líder regional en sostenibilidad energética.