Graduados: “Nunca, nunca dejes que nadie te diga que estás demasiado enojado”

(Ilustración de Robert Generette III para The Washington Post;
basada en una foto de Marvin Joseph / The Washington Post)

Dada la actual pandemia de covid-19, las escuelas de todo el país han cancelado sus ejercicios de inicio en persona. Para celebrar a los graduados cuyos últimos años de escuela han cambiado, la ex primera dama Michelle Obama y el ex presidente Barack Obama participan en un especial de YouTube. Esta es la dirección de la Sra. Obama ante la Clase de 2020. Los comentarios del presidente Obama están disponibles aquí .

Hola a todos. Es un honor estar aquí con usted para ayudar a celebrar este increíble hito en sus vidas.

La graduación de la universidad o la escuela secundaria es la culminación de años de arduo trabajo. Así que por favor disfruta este momento. Te mereces esta celebración! ¡Felicidades!

Este es un momento importante de transición.

A la luz del estado actual de nuestro país, luché por encontrar las palabras de sabiduría correctas para usted hoy. Entonces, hoy estoy aquí para hablarles no como la ex primera dama, sino como una persona real: una madre; un mentor; Un ciudadano preocupado por su futuro y el futuro de nuestro país.

En los últimos meses, nuestra fundación se ha visto sacudida, no solo por una pandemia que robó a muchos de nuestros seres queridos, volcó nuestra vida cotidiana y envió a decenas de millones al desempleo, sino también por el retumbar de la antigua falla. líneas sobre las que se construyó nuestro país: las líneas de raza y poder que ahora, una vez más, están tan expuestas para que todos podamos lidiar con ellas.

Entonces, si alguno de ustedes está asustado, confundido o enojado, o simplemente abrumado por todo, si siente que está buscando una línea de vida solo para mantenerse firme, no está solo.

También estoy sintiendo todo eso.

Creo que todos somos.

Entonces, quiero que sepas que está bien estar confundido. Está bien si no entiendes exactamente lo que estás sintiendo. Todos estamos resolviendo esto en tiempo real. Pero aquí está la cosa: si bien este período ciertamente no tiene precedentes, no es una anomalía completa, simplemente una coincidencia aleatoria que debe descartarse.

No, lo que está sucediendo en este momento es el resultado directo de décadas de prejuicios y desigualdades no abordados.

La verdad es que, cuando se trata de todas esas historias ordenadas de trabajo duro y autodeterminación que nos gusta contarnos sobre Estados Unidos, bueno, la realidad es mucho más complicada que eso. Porque para demasiadas personas en este país, no importa cuán duro trabajen, existen barreras estructurales que trabajan en su contra que solo hacen que el camino sea más largo y rocoso. Y a veces es casi imposible moverse hacia arriba.

Porque si tiene que trabajar durante una pandemia, pero no tiene suficiente equipo de protección o seguro de salud de su empleador, o licencia por enfermedad remunerada, ¿qué es más esencial: su trabajo o su vida?

Si no se siente seguro manejando su propio automóvil en su propio vecindario, o yendo a correr, o comprando algunos dulces el 7/11, o observando aves, si ni siquiera puede acercarse a la policía sin temer por su vida – Bueno, ¿cómo comienzas a trazar tu propio curso?

Estas son preguntas incómodas, preguntas que han perseguido a este país durante generaciones pero que ahora nos miran a la cara cada vez que miramos nuestros teléfonos o escuchamos helicópteros que circulan por nuestros vecindarios.

Y la parte difícil es que nadie tiene todas las respuestas: si mi generación lo hiciera, créanme, lo hubiéramos solucionado hace mucho tiempo.

Pero eso no significa que debamos sentirnos desesperados.

Todo lo contrario, porque lo que finalmente tenemos es enfoque: vemos lo que sucede con gran alivio; vemos cómo se desarrollan estas desigualdades en nuestras calles.

Y no solo las comunidades más afectadas por estos desafíos son las que lo ven ahora: son personas de todo el país que durante demasiado tiempo han tenido el lujo y el privilegio de mirar hacia otro lado.

Todos no tenemos más remedio que ver lo que nos ha estado mirando a la cara durante años, durante siglos.

Entonces la pregunta es: ¿Cómo responderemos?

Como dije antes, no tengo respuestas fáciles para ti.

Pero sí tengo algunas lecciones que quiero compartir sobre cómo avanzar en estos tiempos tumultuosos.

La primera es esta: la vida siempre será incierta.

Es una lección que la mayoría de nosotros tenemos la oportunidad de aprender en el transcurso de años y años, incluso décadas, pero que está aprendiendo en este momento.

Este es un momento en su vida en el que parece que todo está al revés, y tal vez desee que las cosas vuelvan a ser como antes.

Mira, he estado allí muchas veces en mi vida.

Lo sentí más profundamente cuando mi padre y mi mejor amigo murieron con un año de diferencia.

Estaba en mis veintes y sentía que todo mi mundo se estaba derrumbando sobre sí mismo.

Hubiera dado cualquier cosa, cualquier cosa, para traerlos de vuelta. Pero esa experiencia me dio una especie de claridad.

Con todo en pedazos a mi alrededor, tuve que forjar un nuevo camino, un camino afortunadamente más centrado en el significado y el servicio.

Entonces, graduados, espero que lo que estén pasando en este momento pueda ser su llamada de atención, que los empuje no solo a pensar qué tipo de carrera desean desarrollar, sino qué tipo de persona desean ser. .

Y aquí está la cosa: tienes la oportunidad de aprender estas valiosas lecciones más rápido que las generaciones anteriores, y puedes aprenderlas juntas, como una cohorte de jóvenes listos para conquistar el mundo, sin importar cuán tumultuoso pueda ser.

Y eso me lleva a mi segunda lección: en un mundo incierto, valores probados en el tiempo como la honestidad e integridad, la empatía y la compasión, esa es la única moneda real en la vida.

Tratar bien a las personas nunca, nunca te fallará.

Ahora no soy ingenuo. Sé que puedes subir un largo trecho por la escalera vendiendo falsedades y culpando a otros por tus propias deficiencias, evitando a los que tienen menos privilegios y ventajas.

Pero esa es una forma pesada de vivir.

Atenúa tu espíritu y endurece tu corazón.

Puede parecer una estrategia ganadora a corto plazo, pero créanme, graduados, que ese tipo de vida los atrapa.

Te robas de las cosas que más importan: conexiones profundas y amorosas con los demás, trabajo honesto que lleva a contribuciones duraderas a tu comunidad, la vitalidad que proviene de una diversidad de ideas y perspectivas, la oportunidad de dejar este mundo un poco mejor que lo encontraste.

No se priven de todo eso. No hay sustituto para ello.

En cambio, tome la decisión de usar su privilegio y su voz para las cosas que realmente importan, que es mi tercera lección hoy: compartir esa voz con el resto del mundo.

Para aquellos de ustedes que se sienten invisibles: sepan que su historia es importante. Tus ideas importan. Tus experiencias son importantes. Su visión de lo que nuestro mundo puede y debe ser importante.

Entonces, nunca, nunca dejes que nadie te diga que estás demasiado enojado, o que “debes mantener la boca cerrada”.

Siempre habrá quienes quieran mantenerte en silencio, que te vean pero no te escuchen, o tal vez ni siquiera quieran verte.

Pero esas personas no conocen tu historia, y si las escuchas, nada cambiará.

Entonces, depende de ti hablar cuando tú o alguien que conoces no sea escuchado. Depende de usted hablar en contra de la crueldad, la deshonestidad, la intolerancia, todo.

Depende de usted marchar de la mano con sus aliados, mantenerse en paz, con dignidad y propósito, en la primera línea de la lucha por la justicia.

Y aquí está la última parte.

Depende de usted juntar cada protesta con planes y políticas, con organizarse, movilizarse y votar.

Y ese es mi último consejo.

Graduados, la ira es una fuerza poderosa. Puede ser una fuerza útil.

Pero dejado solo, solo se corroerá, destruirá y sembrará el caos, por dentro y por fuera.

Pero cuando la ira se enfoca, cuando se canaliza hacia algo más, eso es lo que cambia la historia.

Pero esas personas también fueron impulsadas por la compasión, por principio, por la esperanza.

Y así se aprovecharon de los recursos que tenían en su propio tiempo: atronadores desde el púlpito y el piso de la convención, escribiendo cartas desde una celda de la cárcel, defendiendo sus derechos frente a la violencia policial.

Construyeron coaliciones con personas como ellos y diferentes de ellos. Dominaron el lenguaje del poder. Se sentaron con líderes con los que no estaban de acuerdo.

Porque sabían que si querían que su visión se hiciera realidad, era necesario hacerla ley. Tenía que expresarse no solo en las calles sino en los pasillos del poder. Tenía que ser llevado no solo por el ama de llaves y el trabajador por turnos sino por el senador y la congresista, y sí, el presidente de los Estados Unidos.

Entonces, graduados, es su momento ahora. Y mira, nuestra democracia no es perfecta. Pero he viajado por el mundo y visto los gobiernos y las personas en tantos otros países. Y puedo decirles que nuestra democracia es sólida, y sí, aún funciona.

Pero no funciona si se silencian. No funciona si te desconectas del proceso, y estamos viendo las consecuencias de eso en este momento.

Pero si te mantienes fuerte con la misma fe que llevó a todos esos gigantes hacia ti hacia un progreso real y medible, cambiarás el curso de la historia.

Entonces, ¿qué significa eso para tu tiempo?

Comienza donde el cambio siempre comienza: en su propia casa, en sus propios círculos sociales, en sus propios vecindarios. En tus propias mesas.

A veces es más fácil estar con extraños en una protesta que desafiar a alguien en su propio patio trasero.

Entonces, si escuchas a personas que expresan opiniones intolerantes o que hablan en contra de “esas personas”, depende de ti llamarlas.

Porque no resolveremos nada si solo estamos dispuestos a hacer lo que es más fácil. Tenemos que tomar decisiones difíciles y sacrificios en nuestras propias vidas.

Entonces, si pasa mucho tiempo simplemente etiquetando y publicando en este momento, eso es útil, especialmente durante una pandemia.

Pero es solo un comienzo. Ir más allá.

Envíe a todos sus amigos un enlace para registrarse para votar. Envíe un mensaje de texto a todos sus conocidos para que se unan a usted en el ejercicio de su derecho constitucional a protestar.

Pregúntese: ¿Sabe dónde está su lugar de votación?

¿Sabes cuándo se celebran tus elecciones primarias?

¿Sabes cómo solicitar una boleta por correo?

¿Quiénes son los titulares y los candidatos en todos los niveles del gobierno, no solo el presidente, sino el representante estatal, el ayuntamiento, el fiscal y el sheriff?

Y no se hagan solo estas preguntas: pregunten a sus amigos, a su familia; pregunta a todos los que veas en tu vecindario.

Y mientras nos acercamos, por favor, demos a todos los que están trabajando hacia el progreso un espacio para ser ellos mismos.

Todos deben votar cuando llegue el momento, pero el activismo que lleva hasta ese día se presenta de muchas formas.

Algunos quieren marchar justo en frente; otros prefieren quedarse atrás. Algunos se arrodillan en los bancos; Otros en la esquina. Algunos sondean sus barrios; otros se postulan para un cargo.

Algunos hacen un día de trabajo honesto y crían buenos hijos; otros eligen enfocarse en su educación y usar ese grado para abordar estos problemas y construir una vida mejor para ellos y para quienes los rodean.

Graduados, todo es importante, y necesitamos todo.

Ese tipo de pensamiento solo nos divide y nos distrae de nuestro llamado superior: es la goma de mascar en la rueda del progreso.

Graduados, así es como pueden terminar el trabajo que las generaciones anteriores han comenzado: manteniéndose abiertos y esperanzados, incluso en los tiempos difíciles; al canalizar esa incomodidad que siente en el activismo y en una democracia diseñada para responder a quienes votan.

Y aquí está la cosa: sé que puedes hacerlo, porque durante estos años, he visto exactamente quién eres.

He visto tu creatividad, tu talento y tu ingenio. Te he visto hablar para acabar con la violencia armada y luchar contra el cambio climático. Te he visto recolectando donaciones para los necesitados durante esta pandemia. Te he visto marchar con paz y con un propósito.

Y es por eso que, incluso en tiempos difíciles como estos, sigues siendo lo que me da esperanza.

Graduados, todos ustedes son exactamente lo que necesitamos en este momento, y en los años y décadas venideros.

Estás aprendiendo mucho, muy rápido. Y sé que no solo puedes hacerlo mejor que los que vinieron antes que tú, sino que lo harás.

Entonces es tu hora.

Los amo a todos. Yo creo en todos ustedes. Quiero que estés a salvo. Y no puedo esperar para verte tomar las riendas.

Felicidades nuevamente por tu graduación. Dios te bendiga.

Fuente:https://www.washingtonpost.com/opinions/2020/06/07/michelle-obama-graduates-dont-ever-ever-let-anyone-tell-you-that-youre-too-angry/?arc404=true