Intrum completa el traslado al antiguo Museo Gabarrón | Noticias El Día de Valladolid

El traslado de los más de 500 trabajadores que la empresa Intrum tiene en Valladolid al antiguo Museo Fundación Cristóbal Gabarrón ya se ha completado. La compañía de gestión de deudas ha abandonado su antigua sede del polígono de La Mora, en La Cistérniga, para iniciar su actividad en estas remozadas instalaciones de la calle Rastrojo, en el barrio de Huerta del Rey.

El edificio ya tiene la colocada la nueva cartelería y en los últimos días se han seguido dando algunos retoques, pese a que los trabajadores ya están allí a pleno rendimiento desde hace pocas semanas. No todos, porque aproximadamente dos tercios de la plantilla sigue trabajando desde casa. El resto ya está en un edificio que ha sido completamente renovado para acoger esta actividad. Fuentes de los empleados aseguran que en la nueva sede se cumplen escrupulosamente todas las medidas de seguridad frente a la covid. De hecho, sostienen que la empresa tiene la posibilidad de hacer trabajar a más personas presencialmente, pero no lo hace por precaución.

Intrum aprovechó las limitaciones impuestas por la pandemia para enviar a toda la plantilla al teletrabajo y así dejar la sede de La Cistérniga, que ya están en el mercado de alquiler. Posteriormente, poco a poco, se fueron incorporando algunos empleados al edificio de Huerta del Rey, después de que un equipo piloto comprobase que se cumplían las condiciones para trabajar allí. Por ejemplo, que funcionaban los sistemas de gestión de llamadas y que se cumpliesen todas las medidas sanitarias y de seguridad. «Son instalaciones preparadas para un contact center, se ha buscado la luz natural, el sistema de calefacción es mucho mejor y está todo domotizado», señalan fuentes del comité de empresa.

Este edificio se inauguró en febrero de 2003 como sede del Museo y la Fundación del artista Cristóbal Gabarrón por el entonces presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, y el ex alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, quienes estuvieron acompañados por el que era presidente de las Cortes en ese momento, Manuel Estella. El edificio tiene 2.800 metros cuadrados y una cubierta de latón obra del propio Gabarrón. No obstante, la actividad del museo solo duró doce años, ya que en 2015 cerró sus puertas  y poco después la entidad financiera que tenía la propiedad lo puso a la venta por dos millones de euros. Finalmente fue la inversora Fuentingel la que lo compró para, después de un cambio de uso aprobado por parte del Ayuntamiento, alquilarlo a la compañía sueca Intrum.