La inteligencia artificial se fija en Galicia

La inteligencia artificial se ha convertido en una de las tecnologías que más interés está despertando en todo el mundo. Está en boca de prácticamente todas las grandes compañías. Pero también de las pequeñas, que empiezan a ver en estos sistemas su mejor vehículo para crecer y mejorar sus procesos.

En Estados Unidos lleva ya años asentada como una de las soluciones más interesantes para mejorar los resultados y el avance de las empresas. Pero en Europa, todavía queda camino por andar. Precisamente camino es lo que quiere empezar a hacer la compañía estadounidense Quantum Reservoir Impact (QRI), que ha decidido dar el salto y comenzar su expansión por el Viejo Continente. Y para dar sus primeros pasos, ha escogido Galicia.

Con sede en Houston (EE.UU.), QRI se ha convertido en los últimos años en una de las firmas más importantes del mundo en este sector. De hecho, fue distinguida como una de las compañías líderes en soluciones empresariales basadas en inteligencia artificial por la revista Energy CIO Insights. Y en los despachos de esta firma con tanto peso en el continente americano -y con fuerte presencia en Oriente Medio- también suena el acento gallego. Porque al frente de la vicepresidencia de QRI se encuentra el ceense David Castiñeira.

Dice este ingeniero gallego que su decisión de arrancar la aventura europea desde Galicia tiene sus razones de peso: «Para una expansión hacia Europa, Galicia es un sitio ideal. Básicamente, porque es un lugar en el que hay muchísimo talento que está sin aprovechar», resume este experto. Además, explica, «cuando hablamos de sistemas de inteligencia artificial y manejo de datos, la ubicación física no es algo muy importante».

De talento gallego va el tema, porque será Andrés Soage, otro ingeniero de la comunidad, el encargado de dirigir el crecimiento comercial de la compañía en el continente europeo, comenzando por España y la vecina Portugal.

Mejora de procesos

Pero, ¿qué es lo que ofrece exactamente QRI? Esta compañía permite a sus clientes aprovecharse del ingente volumen de datos que se generan en la empresa cada segundo para, después de limpiarlos de polvo y paja y ordenarlos, conseguir mejorar a través de ellos los procesos internos.

Para entenderlo mejor, Castiñeiras pone un ejemplo de usos que puede tener esto del estudio y automatización de datos: «Nosotros no trabajamos directamente con restaurantes, pero me consta, por ejemplo, que aquí en Houston hay cadenas que trabajan para predecir el número de clientes que van a tener al día siguiente y, en función de eso, optimizan sus recursos».

Las posibilidades son infinitas: «En ingeniería civil, sería posible predecir cuándo una tuneladora va a tener una avería; o en una planta de tratamiento de agua es posible saber cuándo se va a producir un fallo. A través de la automatización y estudio de todos estos datos podremos saber en qué momento y por qué razones va a haber un problema, pudiendo así adelantarnos y arreglarlo antes de que suceda».

De esta forma, las empresas pueden realizar aumentos en su producción, estimar las reservas y mejorar la eficiencia del capital invertido, al mismo tiempo que mantienen políticas ambientales más idóneas. «La inteligencia artificial y el aprendizaje automático se utilizan para automatizar flujos de trabajo complejos y orientar oportunidades de desarrollo de recursos», explican desde la empresa.

Centrada en el sector de la energía, QRI está «triplicando, a veces cuadruplicando, la eficiencia de uso de recursos naturales en todo el mundo, ayudando a satisfacer la demanda del mercado en cumplimiento con los estándares ambientales y comerciales».

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