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La muerte de Alberto Nisman: el derrotero de las pistas y de los sucesos más llamativos que surgieron en la investigación

Pocas son las certezas sobre las circunstancias de la muerte de Alberto Nisman. La Justicia federal consideró probado que el fiscal del caso AMIA murió como consecuencia de un homicidio por el cual, a siete años, no hay ningún imputado como autor material, y fueron varios los episodios que fueron investigados por su posible relación con el hecho pero que finalmente fueron descartados.

Durante los últimos meses perdió fuerza la hipótesis de que un agente de inteligencia que se encontraba en Martínez, en el mismo barrio donde vivía el técnico informático Diego Lagomarsino (el único procesado como partícipe necesario por la muerte del fiscal), hablaba con él y que, quizás, lo estaba controlando. El dato había surgido como una pista a partir del entrecruzamiento telefónico que analiza la Justicia, porque se registraron comunicaciones de este agente en ese complejo con funcionarios de inteligencia durante el fin de semana del 18 de enero de 2015.

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Esa información, que hace dos años trascendió como una posible línea de investigación, había inquietado a la fiscalía a cargo de Eduardo Taiano, pero el interés que había despertado la presencia del agente en esa zona se apagó cuando el hombre declaró bajo juramento de decir la verdad que vivía hacía años en ese barrio, el Talar de Martínez, según admitió una fuente judicial a este medio.

Diego Lagomarsino

Diego Lagomarsino (Enrique Villegas/)

La presencia de otro exagente de inteligencia en las inmediaciones del complejo Le Parc había sido otro elemento tenido en cuenta por la fiscalía de Taiano. Pero cuando esa persona, de identidad reservada, declaró como testigo en la causa, se descartó que su presencia en Puerto Madero en las horas previas a la muerte del fiscal tuviera relación con el caso.

La investigación sobre el cuerpo calcinado que apareció frente al complejo Le Parc,en una central de Edesur la madrugada del 15 de febrero, fue otra pesquisa que finalmente no arrojó resultados valiosos para la causa donde se investiga la muerte de Nisman. La identidad de la mujer no pudo ser verificada por la fiscalía Criminal número 19, que intervino en la investigación, así como tampoco se pudo comprobar la hora ni la causa de la muerte. El cuerpo fue encontrado carbonizado junto a una pared de la subestación eléctrica 89 de Edesur en la plazoleta del Paseo de las Mujeres apenas un mes después de la muerte del fiscal. Lleno de enigmas, ese expediente fue archivado.

Dos años después, el suelo sigue quemado junto a la subestación de Edesur

Dos años después, el suelo sigue quemado junto a la subestación de Edesur (Maxie Amena/)

Otro de los episodios que rodeaban al caso Nisman y fueron desestimados por la Justicia fue el cierre del kiosco de revistas en las horas posteriores a que fuera hallado el cuerpo del fiscal. Algunos vecinos declararon en el expediente que habían intentado evitar que se instalara ese kiosco frente al complejo “por razones estéticas”. También declararon que había poco stock de diarios y revistas, y que los movimientos del comercio eran extraños.

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El supuesto dueño del kiosco declaró en la causa y un funcionario judicial consideró que sus dichos no fueron muy consistentes. “Identificamos a las personas que estaban trabajando en el kiosco de revistas, pero no se detectó nada sospechoso porque además se comprobó que existía un sumario administrativo por parte del Gobierno de la Ciudad a ese comercio”, agregó una fuente judicial a este medio.

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