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las momias de Egipto del museo del Cairo

La antigua sala de las momias reales del museo egipcio del Cairo (en la plaza Tahrir) era una visita ineludible para todo buen aficionado a la egiptología. Sin duda una de las 11 visitas imprescindibles que ver en Egipto.

Se había de desembolsar un extra por la visita pero sin lugar a dudas era el mejor extra que podíais pagar en mucho tiempo.

Después de recorrer toda la mañana el museo sólo, admirando sus piezas a mi aire, recorriendo hasta los últimos recovecos, me dispongo a despedirme del lugar dando un último adiós a esos antiguos reyes de los que tanto he leído.

Desde el sábado 3 de abril de 2021, 22 momias reales, (18 reyes y 4 reinas de Egipto), fueron trasladadas al nuevo Museo Nacional de la Civilización Egipcia en Fustat, al sur del Cairo, primera capital del país bajo dominio musulmán. El llamado museo NMEC.

Las momias egipcias reales del museo de El Cairo tienen detrás UNA DE LAS GRANDES HISTORIAS MÁS DESCONOCIDAS Y SORPRENDENTES DE LA ARQUEOLOGÍA MUNDIAL

Las momias egipcias reales cuando estaban en el antiguo Museo de El Cairo

Entro en silencio, la sala de las momias egipcias del Museo de El Cairo tiene una luz tenue y la gente que pasea por ella no articula palabra. Todo el mundo sabe que estamos ante muchos de los grandes faraones egipcios y su sola presencia impone el máximo de los respetos.

Veo las momias egipcias reales estiradas en sus vitrinas, lo que queda de sus pequeños cuerpos inertes tras la momificación y del paso de casi 4 milenios.

Son los reyes, faraones de Egipto de la 18 y 19 dinastía principalmente, del Imperio Nuevo. Momias egipcias reales como la mítica Hatshepsut, Amenhotep o Amenofis II, Tutmosis II, Tutmosis III, Tutmosis IV, Seti I, Ramsés II, etc.

(todas las fotos de las momias de Egipto son de Amenardis, forera de Egiptomaníacos. Ante la imposibilidad y prohibición de tomar fotos en mi visita)

Tengo muchos de los grandes faraones ante mí. La increíble reina Hatshepsut de Deir el Bahari, hija de Tutmosis I y esposa de Tutmosis II, faraona y regente del gran Tutmosis III, el faraón guerrero. Seti I y su hijo Ramsés II también yacen en estos modernos sarcófagos de cristal.

Los miro de uno en uno, tratando de ver el pasado a través de sus caras momificadas.

Es una de mis experiencias viajeras más impactantes. Todas esas esculturas idealizadas de piedra, todos esos cartuchos de jeroglíficos, todos esos dibujos en papiros, se transforman en los verdaderos cuerpos de aquellos reyes, al menos en lo que queda de ellos en estas actuales momias egipcias.

Tengo a la HISTORIA con mayúsculas frente a mí.

Pero esas momias egipcias reales también tienen una historia muy peculiar. Os preguntaréis como han podido llegar hasta el día de hoy si no hay tumba egipcia que no haya sido profanada por ladrones, ni siquiera la intacta de Tutankhamon, que también fue visitada por ellos.

La historia de las momias de Egipto del museo del Cairo

Os contaré la historia:

Corría el año 1881 cuando Gastón Maspero se hizo cargo de dirigir el Service d’Antiquités Egyptiennes en Egipto. Dispuesto a descubrir de donde salían varias antigüedades que estaban inundando el mercado negro llegó a Luxor desde el Cairo con ese objetivo.

El secreto que por 10 años habían mantenido los hermanos Abd er Rassul estaba a punto de salir a la luz.

Tras torturarlos y amenazarlos finalmente confesó Mohammed, el mayor de los hermanos y cabeza de familia. Por fin reveló que sabía donde estaba la tumba que desde hacía tanto tiempo llevaba de cabeza a las autoridades.

Dos días más tarde de la confesión, ladrones y autoridades fueron hacia la zona remota y árida atrás de la colina de Gurna, uno de los caminos entre el templo de Deir el Bahari y el Valle de los Reyes.

Allí, en un pozo oculto en el suelo, se pusieron de rodillas y entraron a gatas por la abertura, recorrieron un estrechísimo corredor bajo tierra hasta que llegaron a una cámara. La estancia estaba llena de ataúdes, algunos tan colosales que quedaban literalmente encajados.

Cuando empezaron a descifrar los cartuchos en las tapas de los ataúdes fue como pasar lista a la historia del Imperio Nuevo. Uno por uno aparecían los nombres de los reyes: Ahmosis, fundador del Imperio Nuevo, los tres Tutmosis; Ahmose Nefertari, Amenhotep I, y otros reyes posteriores como Seti I y los dos primeros Ramsés.

Todos estaban apilados en sus sarcófagos. La estancia estaba sembrada de objetos de esos reyes y de Pinedjem II, el verdadero dueño de la tumba. Los antiguos sacerdotes de la dinastía XXI habían llevado los ataúdes y cuerpos de los faraones hasta esta recóndita tumba para preservarlos de los ya entonces asiduos saqueos que sufrían.

Hicieron falta dos días de trabajo para sacar estos tesoros históricos, pues algunos sarcófagos pesaban tanto que se necesitaban doce hombres para cargarlos.

Las momias egipcias reales fueron trasladadas al museo de El Cairo en un vapor por el Nilo. En este viaje se produjo un hecho curioso. Los hombres que habían ayudado al traslado se sentaron en el suelo en grupos y en silencio, en la orilla izquierda del río.

La noticia había corrido por todo el país y cuando pasaba el vapor por las ciudades, la gente se reunía en los muelles y se lamentaban al paso del barco, las mujeres gritaban y se arrancaban el pelo… igual que antaño cuando se transportaba por el río el cuerpo del faraón fallecido. En estas procesiones fúnebres se hacían los mismos ritos que hizo la gente a finales del siglo XIX, curioso suceso.

Para rematar las anécdotas de estas momias os diré que cuando el vapor llegó al El Cairo, el funcionario del gobierno encargado de cobrar impuestos de todo lo que entraba, sorprendido al ver los ataúdes reales y comprobar que ese artículo no entraba en sus listas, decidió tasar las momias como pescado seco, farseekh, triste final para tan grandes reyes.

Las momias reales en el nuevo Museo Nacional de la Civilización Egipcia (NMEC)

Como os he comentado en la introducción, desde el sábado 3 de abril de 2021, 22 momias reales, (18 reyes y 4 reinas de Egipto), fueron trasladadas al nuevo Museo Nacional de la Civilización Egipcia en Fustat.

Este museo no lo tenéis que confundir con el Gran Museo Egipcio (GEM). Las 22 momias reales las podréis admirar en el Mummies Hall, en un espacio que intenta recrear la atmósfera del Valle de los Reyes y que está íntegramente reservado a los reyes y reinas mencionados. Una auténtica pasada que te hará trasladarte a una tumba del valle de los Reyes. editando este momento nos comprometemos a volver a Egipto y vivirlo en primera persona lo antes posible.

Este museo NMEC tiene 135.000 metros cuadrados y es el único de Egipto que ofrece una visión general de todos los períodos de la historia del antiguo egipto (fase predinástica, Imperio Antiguo, Medio, Nuevo, grecorromano, copto, islámico y contemporáneo).

Más cosas para visitar además de momias egipcias reales

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