Política y gobierno

Las vacunas del Presidente

21 de Abril de 2021

Eso es lo que tiene que hacer un jefe de Estado. Mangas de camisa, frente a las cámaras, sonriente, aunque con nervios, pero dispuesto a lo que sea para alimentar la confianza. Lo vimos antes con otros mandatarios en el mundo, pero ayer tocó el turno a Andrés Manuel López Obrador, y lo vimos recibiendo su dosis contra covid-19. Y sí, aunque afirmó que no quería hacer un espectáculo de ese momento, se refirió a él al menos en seis ocasiones en las últimas dos semanas. Va, el escenario en Palacio Nacional que se procuró desde que inició su sexenio sirve para eso, así tendría que ser siempre, para abonar a una narrativa que sume y no que divida. Cuántos de sus seguidores, escépticos de la urgencia y utilidad de la vacuna, habrán visto la mañana de este martes el ejemplo que necesitaban, hacer a un lado ideas conspiracionistas respecto a las vacunas. Ahí está el cometido.

“Un llamado a los adultos mayores para que todos nos vacunemos, no hay ningún riesgo. Para empezar, no duele la vacuna, estaba yo viendo que me la colocaron en el mismo brazo donde tengo todavía la marca de cuando estábamos niños, no sé si era para sarampión o viruela. No pasa nada absolutamente, que, si no se aplicaron la primera dosis porque lo estaban pensando, cuando lleguen de nuevo al municipio para aplicar la segunda dosis pueden aprovechar para aplicarse la vacuna y protegernos todos…”, ése es el mensaje.

Así debería ser para todo, como ayer, cuando, más que conferencia, el Presidente encabezó una larga sesión de inmunización, pues, entrando a otros terrenos, también se protegió para otras tentaciones: “Ya escuché que si se amplía el periodo de la Suprema Corte es porque yo quiero reelegirme, que ya es un ensayo general, un prólogo, una introducción a mi propósito de reelección. No, yo no soy como ellos, como los que han acariciado siempre este propósito de reelegirse…”, dijo también. Muy bien, Presidente. Esa contundencia es la que queremos oír. Retomamos su declaración en este espacio para que quede manifiesto.

Ojalá, así como lo escuchamos la mañana de este martes, como lo vimos, preocupado por el ejemplo, lo hubiéramos visto a lo largo de la pandemia: “Usen cubrebocas siempre, en todo momento”, “no salgan, quédense en casa”. Ojalá, aunque aún está a tiempo.

Investigarán, pero, en realidad, dijo la jefa de Gobierno de la CDMX, las casi mil dosis de vacuna que se utilizaron para funcionarios de la alcaldía Coyoacán y sus familiares fueron parte de un lote que ya estaba descongelado y que debía utilizarse para ser aprovechado al máximo. Eso dijeron ayer en respuesta a lo publicado por mi compañero Efrén Argüelles en estas páginas. Qué bueno que lo aclararon, qué bien que acepten que esto debe ser informado en su momento, no sólo para no generar suspicacias, sino porque, corrigiendo esto, también podrán abrirse a las posibilidades. Dosis de vacunas tan escasas, pero listas para su aplicación, tal vez, es un decir, podrían, deberían, terminar en el brazo de tantos médicos privados que están hoy en las calles exigiendo ser inmunizados.

This content was originally published here.

EL 2 DE JUNIO DEL 2024 VOTA PARA MANTENER

TU LIBERTAD, LA DEMOCRACIA Y EL RESPETO A LA CONSTITUCIÓN.

VOTA POR XÓCHITL