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Lola Índigo saca ‘la niña bonita’ que lleva dentro en quince viajes a los 2000’s | Música | LOS40

Todos lo esperábamos pero al fin está aquí. Lola Índigo ha estrenado su álbum La Niña, y aunque se ha encargado de lanzar alguna que otra píldora durante estos meses, no ha fallado en su misión de sorprendernos.

Pero para profundizar más en este nuevo trabajo, Adriano Moreno, Alberto Palao y Laura Coca se han montado en la nave de la granadina para analizar los elementos que forman parte de su proyecto.

¡Allá vamos!

Lola Índigo, entre referencias a los 2000’s, se convierte en referente (por Alberto Palao)

Lola Índigo se ha puesto sus mejores galas para La Niña, su segundo y esperadísimo álbum. Y eso para ella significa abrir el armario y rebuscar entre sus prendas más preciadas de los 2000’s, cuando la cantante era tan solo una adolescente. Pero lejos de apostar por un sonido pop rock de aquella época como otros artistas del momento, Lola ha rescatado esta estética y la ha reflejado en las letras de sus canciones.

De hecho, que el tema empiece con una colaboración con Belinda y Tini no es casualidad. La mexicana y la argentina, aunque a día de hoy son de las artistas latinas más aclamadas de la industria, son dos rostros de los 2000’s que han marcado a una generación. Mientras que la primera lo hizo con temazos pop rock como Lo siento, la segunda lo hizo junto a Disney dando vida a Violetta.

Lola Índigo, Belinda y TINI se unen en ‘La Niña De La Escuela’ / Foto cedida por Universal Music

Ahora, las dos cantantes se unen en La niña de la escuela junto a Lola Índigo. Una canción con base reguetón donde la letra empodera a todas aquellas personas a las que dieron calabazas en el colegio y que ahora brillan con luz propia. Vamos, que podían haber invitado también a la colab a Laura Natalia Esquivel, la protagonista de la telenovela Patito Feo. Seguro que hubiese dado también mucho juego.

Pero las referencias en el disco a aquellos años continúan. De hecho, Lola rinde homenaje a uno de los juguetes más exitosos de los noventa y de principios de los 2000’s: el tamagochi. Pero la joven no solo habla de aquel muñequito que vivía en aquella pantalla: “Que yo te cuido como un tamagochi, que no vaya a ser que se haga de noche”. En esta misma canción la artista habla sobre la muñeca que marcó la infancia de millones de niñas y niños: Barbie.

Luego llega Spice Girls, el particular homenaje de la diva al grupo que marcó su infancia. Eso sí, al igual que en el anterior tema, también mete referencias a Star Trek y al Fifa.

Y de referencias a referentes. Lola Índigo ha contado una vez más con una de las artistas que seguía cuando era una adolescente: Mala Rodríguez. Tras el éxito de Mujer Bruja, las dos artistas se vuelven a encontrar en Nada a Nadie, un medio tiempo donde las dos estrellas se sienten como pez en el agua.

Por supuesto, Lola ha querido rendido homenaje también a su tierra: Andalucía. Lo ha hecho utilizando unas de las expresiones más conocidas de aquella zona: Killa. Con un beat potente y una letra donde cuenta la historia de una mujer que se empodera tras una ruptura y que retrata la noche española.

Tampoco faltan referencias a dibujos animados con los que creció Lola. No solo en el teaser de La niña de la escuela, en el que se convierte en Spinelli de La banda del patio. También en el tema de La niña de la escuela. “Baja de las nubes que no eres Goku”, dice Lola y Belinda en un momento del tema.

Sin duda, Lola ha vuelto a crear un universo dentro de sus canciones. Al igual que hizo en Akelarre, llenando las canciones de términos de hechicería, ahora Lola lo ha llenado de nombres y referencias a aquellas infancias que ocurrieron entre los noventa y principios de los 2000’s. La niña es un homenaje en condiciones y Lola una artista 360 que sabe cómo crear un universo.

TOP 3 de canciones

Spice Girls, carpetas forradas y tamagochis: Lola Índigo saca la niña que lleva dentro (por Laura Coca)

Todos volvemos a la infancia alguna vez, ya sea observando una foto o reproduciendo la cinta VHS que tus padres guardan con cariño en la estantería. Pero en el caso de Lola Índigo lo ha hecho con el lanzamiento de un álbum, que nos ha llevado directos a esa niña soñadora que forraba sus carpetas con fotos de Belinda.

Son quince canciones las que forman su nuevo trabajo. Casualmente, una cifra conocida como “la niña bonita”. Aunque eso de las casualidades ha quedado ya en un segundo plano cuando hablamos de Lola Índigo, ya que para este trabajo lo ha tenido todo pensado al milímetro.

No hay duda. La Niña nos trae las inspiraciones musicales de Lola Índigo en forma de canciones. Viajamos por toques de R&B, reggaetón puro y baladas clásica. Destiny’s Child, Daddy Yankee, Avril Lavigne y, por supuesto, Spice Girls, son algunos de los que se han colado indirectamente en el nuevo repertorio de la granadina.

Una de ellas, incluso, lo ha hecho de forma directa. Mala Rodríguez ha vuelto a caer en las redes de nuestra protagonista después de Mujer Bruja para traernos una canción de sonidos pop fusionados con trap que no deja indiferente a nadie. Lola cumple otro sueño, que es el de tener a una de sus mayores inspiraciones de la música en su nuevo gran proyecto.

Otra es Belinda, a quien escuchamos en La Niña de La Escuela junto a TINI y sus imparables sonidos de reggaeton. Y es que hace unos días descubríamos que la mexicana de origen español ocupaba un espacio en la carpeta forrada de nuestra protagonista durante su etapa como estudiante. Parece que los sueños se hacen realidad.

Pero la artista también ha apostado por los nuevos talentos, como son Lyanno y Khea. Talentos que la acompañan en canciones con ritmos fusionados y un mensaje (empoderado) muy claro: ella es la que manda.

Lola Índigo y Khea en la portada de ‘Culo’ / Foto cedida por Universal Music

Lo que todos estos temas comparten es el lenguaje informal que nos acerca aún más a la pequeña Lola que soñaba con convertirse en una Spice Girl. Quizás no haya conseguido en formar parte de la girlband, pero ha formado la suya propia, sus canciones suenan por toda España (y parte del extranjero) y se ha convertido en la inspiración de otros muchos jóvenes.

El paso de Lola por la música no es en vano. El mensaje empoderado que lanza a través de sus canciones es muy relevante teniendo en cuenta que gran parte de su público es joven. Esto lo ha llegado también a la portada y las imágenes que forman parte de La Niña y que, sin duda, se han convertido en mi parte favorita de este lanzamiento.

Lola nos ha deleitado con verdaderas obras de arte repleta de símbolos. En todas ellas aparece al más puro estilo Barbie Plastic, con elementos de sus canciones, pero con un mensaje claro: ella es la única dueña de su destino y decisiones. Muestra la imagen de esa niña angelical y perfecta que acaba sacando su lado más rebelde. Un ejemplo es el que nos muestra a una Lola que tritura piezas de fruta de plástico y que, si deslizamos, se convierte en una Lola que lame un cuchillo.

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La granadina ha demostrado que volver al pasado escuchando una canción es posible, pero cumplir sueños gracias a ellas, también.

TOP 3 de canciones:

– La Niña De La Escuela (con Belinda y TINI)

– CA$H (con Lyanno)

– Culo (con Khea)

Lola Índigo, la bruja rosa que soñaba con los 2000’s (por Adriano Moreno)

Recuerdo como si fuera ayer el día en el que Lola Índigo presentó en redes sociales su proyecto musical con los primeros acordes de Ya no quiero ná. En ese momento intuí que se venía algo gordo, algo que iba a marcar un cambio en la escena musical, a pesar de que ella para algunos solo era la primera expulsada de OT 2017. Por suerte, a Mimi le sobraba experiencia y ambición. Tenía unas ganas locas de trabajar y, lo más importante, las ideas claras de lo que quería llegar a ser. De toda esa predisposición, ilusión y talento nació Akelarre, un álbum solvente cuyo hechizo causó el efecto deseado. Le dio su sitio y, como diría Belén Esteban, el cariño de toda esta gente.

Pero en la música, y más en la era del streaming, los hechizos tienen fecha de caducidad y hay que buscar nuevos encantamientos para lanzarlos desde la cresta de la ola. Lola no ha parado quieta desde que debutó en este maravilloso universo. Pero ella es consciente que para hacer marca y, sobre todo hacer de tu discografía una marca reconocible, hay que trabajar en proyectos de gran envergadura que cuenten una historia, que signifiquen un cambio, una evolución. Y eso es precisamente lo que ha hecho con La Niña.

Lola Índigo no se ha cansado de ser la ‘bruja reina’ del aquelarre. Esa Mujer bruja sigue muy viva dentro de ella, pero ha crecido admirando a esas divas del pop que de un disco a otro tiraban la casa por la ventana y protagonizaban una verdadera transformación para ofrecer a sus incondicionales un producto novedoso y sorprendente . Por eso, la artista sale ahora a la conquista de las calles mostrando a un segundo alter ego: La Niña. ¿Que qué esconde esta otra Lola Índigo? Luz, nostalgia y poderío.

Viendo el arte conceptual de La Niña, con esos colores pastel y Lola reconvertida en muchas Barbies, es fácil reparar en la intención de Lola Índigo. Ella venía de otro disco muy visual, con una estética muy marcada y muchos hits hechos para consagrarla como la diva pop que muchos llevábamos tiempo demandando y que ella misma quería ser. La Niña, con una identidad diferente a Akelarre, busca la liberación total de una artista que barre para casa desde su imaginario. Quiere que su público conozca la parte más divertida y callejera de su personalidad y escuchando las quince canciones que componen este álbum me queda claro que sigue una línea clara, y en esa línea hay gamberreo, buen rollo, empoderamiento, liderazgo y nostalgia de los 90 y los 2000.

Es un disco muy luminoso y el pop cobra más fuerza dentro del sello urbano que ella defiende. Además, su voz suena con muchísima claridad y, a pesar de las muchas colaboraciones que hay, brilla como la gran protagonista. Por eso hace y deshace a su antojo. Se pone pandillera (en el mejor de los sentido) en Tamagochi y asume sus riesgos en ese CA$H que podría ser una pieza más de El madrileño. También se muestra vulnerable (y relajada) con La Llorera. O ese rollazo que le da a KILLA (ring ring). No me quito de la cabeza, sin embargo, el himno que nos ha regalado con La niña de la escuela, un hit instantáneo que la une en una sola canción con Tini y Belina.

Se queda un buen sabor de boca después de escuchar La Niña. No hay tantísimos hits potenciales como en Akelarre (de hecho, Calle y Culo han sido buenas elecciones), pero se nota que Lola Índigo necesitaba mostrar este otro alter ego, este cambio que no hace más que corroborar su potencial y sus ganas de seguir partiendo la pana en la industria. No lo dudes y disfruta de esta bruja que cuenta la historia de una niña que vestía de rosa y soñaba con ser la diva del pop de este país y lo consiguió.

TOP 3 de canciones

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