Luciana Morelli y un arte que fluye | Argentjazz

Desde 2020  Luciana Morelli lidera en Suiza un  grupo en el que explora las raíces argentinas y su conexión con el jazz y la música improvisada. Ahora, como parte de esa búsqueda, ears & eyes edita en el país Lo abismal, el agua, interesante propuesta de la cantante, que al frente de un sólido cuarteto, entrega un puñado de canciones propias que hablan de viajes, sueños y desarraigos.

Fotografías: Catu Hardoy y Laura Sanchez

El agua alcanza su meta fluyendo sin interrupción. La frase se repite y se desvanece envuelta en un susurro en la canción de Luciana Morelli, la joven cantante argentina que desde Suiza postula su arte con la misma natural fluidez del elemento.

Y así lo refleja en su último álbum, Lo abismal, el agua, nombre que refiere a un hexagrama del I-Ching, el libro de las mutaciones, con el que Luciana expresa su propio cambio a través de un puñado de sentidas composiciones, nacidas de sus viajes, de sus sueños, experiencias y proyectos.

Desde Basilea, donde fue becada para una maestría en Jazz, la cantante profundiza en este nuevo registro editado por ears & eyes la búsqueda de sus raíces argentinas bajo una mirada personal, en donde la impronta jazzera muestra un inevitable protagonismo.

“Estas canciones, dice Luciana, fueron escritas en un punto de no retorno. En una marea de cambios. En la búsqueda de lo inesperado entre la incertidumbre y la euforia. Todo un proceso que me llevó a emigrar de Argentina a Suiza. Y cada canción es un episodio de esta historia”.

Cancionero de historias que además se sustentan en un notable acompañamiento, con el clarinetista suizo Philipp Hillebrand, el mejicano  Mauricio Silva Orendain al piano, el baterista brasileño Paulo Almeida, de valiosa experiencia en el grupo de Hermeto Pascoal y el inquieto Sebastián de Urquiza en contrabajo y voz. Un joven y talentoso seleccionado multinacional, constituido en un ensamblaje perfecto para la sutil poética de Luciana.

El primer corte del disco es Viaje, un tema que Luciana comenzó en 2018 cuando estudiaba en Buenos Aires con Edgardo Cardozo. “Él nos pidió que hiciéramos listas de palabras para usar en nuestras letras y yo que estaba por emprender mi primer viaje a Suiza, decidí usar ese tema como punto de partida. Escribí palabras relacionadas con viajar, y las sensaciones que me producía este camino a lo desconocido”.

Los viajes, físicos o espirituales, tienen su continuidad en otros temas del disco, como en Ardor de mar, escrito luego de su experiencia de cinco meses como cantante en un crucero; el emotivo Fotografía de guerra, compuesto tras la emoción que le produjo encontrar una imagen de su bisabuelo, casi un niño, combatiendo en la Segunda Guerra Mundial o el frenético Eclipse en Barcelona, con sus cambios de ritmo y con Luciana navegando sobre el oleaje instrumental.

Lo abismal, el agua, el tema que le da título al disco y el más extenso de la placa, es sin duda uno de los momentos más interesantes de un disco de muy pareja calidad. Con largos pasajes instrumentales y la voz de Morelli, por momentos a dúo con el clarinete de Hillebrand o el bajo de Sebastian; viajando sin pausa desde el scat hasta el débil murmullo que se reitera como un mantra religioso.

Los músicos que acompañan a Luciana tienen a lo largo del disco variadas oportunidades de lucimiento. Ya sea desde la identidad grupal, en donde se advierte una solidez siempre bienvenida, hasta en los desempeños individuales, como en el instrumental Serendipia, en el que la voz se suma a la entrega como un instrumento protagónico.

Meritorio y sólido trabajo de Luciana Morelli, que en su doble rol de cantante y compositora, entrega una obra que es a un tiempo riesgo y confirmación.  Bellas canciones. Músicos talentosos. Un excelente sonido y un paisaje de vivencias personales que surcan territorios compartidos. Allí donde habitan los sueños, los proyectos y las legítimas ambiciones.

Lo abismal, el agua. Luciana Morelli

 Luciana Morelli,  voz y composición / Philipp Hillebrand, clarinete, clarinete / Mauricio Silva Orendain, piano / Sebastián de Urquiza, contrabajo, voz / Paulo Almeida,  batería. El disco es editado por ears &eyes Records,  con una edición física especial y limitada diseñada por Nacho Morelli, con fotografías y arte de Jazmín Nogueira.