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Miguel Sabido, padre del teatro popular

Miguel Sabido, padre del teatro popular

En 2013, el Palacio de Bellas Artes fue escenario de la Pastorela Monumental “Soruanita y su abuelo”, en el marco de un homenaje a Miguel Sabido. Foto: Héctor García

El dramaturgo fue reconocido con la Presea Cervantina, el pasado 14 de octubre, en el Marco de la 49 edición del Festival Internacional Cervantino. Foto: Francisco Morales V.

En 2013, el Palacio de Bellas Artes fue escenario de la Pastorela Monumental “Soruanita y su abuelo”, en el marco de un homenaje a Miguel Sabido. Foto: Héctor García

El dramaturgo fue reconocido con la Presea Cervantina, el pasado 14 de octubre, en el Marco de la 49 edición del Festival Internacional Cervantino. Foto: Francisco Morales V.

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Francisco Morales V.

Cd. de México (29 octubre 2021).- Miguel Sabido tenía apenas 7 años cuando sus padres decidieron enviarlo a Guanajuato, a la Plaza del Ropero, con unas maestras famosas de apellido Jiménez para que “aprendiera maneras”.

“Decía mi abuela que la gente mejor educada de la República eran los guanajuatenses”, recuerda el dramaturgo y director teatral, con un café sobre la mesa, en una casona cercana a la Plaza de la Paz.

Y uno diría que su abuela tenía razón: elegante, con una camisa fresca, una sonrisa franca y una cordialidad absoluta, a Sabido se le mira pleno la mañana después de haber recibido la Presea Cervantina.
 

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“Tenemos que aprender cómo unir los dos Méxicos. Infortunadamente, la política de los últimos años ha sido dividir más todavía y dividir más, y yo, personalmente, creo que debe de ser al contrario, hay que unir el México criollo con el México indígena”.

Miguel Sabido

Dramaturgo

Afectuosamente reconocido como el “padre del entretenimiento educativo en México” y querido por muchas generaciones por sus esfuerzos por preservar el teatro ritual popular mexicano, el artista recibió este año el galardón con el que el Festival Internacional Cervantino (FIC) celebra una trayectoria, el pasado 14 de octubre.

Géneros como la pastorela, la epifanía, los carnavales y los toritos tienen una deuda impagable con el autor, quien ha dedicado su vida a evitar que se pierdan y a difundirlos. Otros, desde luego, lo recuerdan con cariño por sus telenovelas históricas como La tormenta, La Constitución y Senda de Gloria.

Más allá de su tiempo con las maestras Jiménez en la infancia, Sabido (Ciudad de México, 1937) sitúa en Guanajuato, también, parte de su despertar escénico, cuando presenciaba con su familia los Entremeses cervantinos, a su vez origen de la “Fiesta del Espíritu”.

“Entonces Guanajuato era una ciudad fantasma realmente, en la Presa (de la Olla) había muchas casas vacías que la gente, durante la Guerra Cristera, había abandonado y veníamos especialmente para los entremeses también, siendo niños”, recuerda.

Ya en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, donde estudió Literatura Dramática, Sabido conoció a dos figuras señeras de la vida cultural guanajuatense: a la poeta Margarita Villaseñor, su contemporánea, amiga y colaboradora de toda la vida, y a Enrique Ruelas, su maestro e impulsor de los entremeses en la tradicional Plaza de San Roque.

Invitado por ambos, el director llegó a ir a Guanajuato unas cinco veces al año, desde donde pudo presenciar los entremeses en puntos privilegiados, como desde la azotea donde Ruelas dirigía los montajes, e incluso en un sitio más insólito.

“El papá de Blanca Malo -otra querida amiga suya-, el señor Malo, hijo del señor que decoró el Teatro Juárez, tocaba las campanas desde el campanario de San Roque, con una partitura musical; tenía su partitura y tocaba las campanas conforme le daba la entrada el maestro Ruelas desde abajo.

“Era verdaderamente muy maravilloso ver los entremeses desde ahí, desde la punta del campanario”, rememora con cariño.

Otro recuerdo que lo une irremediablemente a la ciudad que lo honró en la edición 49 del FIC es la puesta en escena de La Celestina con el Grupo de Teatro de la Universidad de Guanajuato.

“Con Luz María Villalobos como Celestina, Margarita (Villaseñor) como Melibea, Josefina Echánove como Elicia: eran todos mis amigos que ya murieron, infortunadamente”, recuerda.

Esta producción obtuvo el Gran Premio de Honor en el Festival Internacional de Teatro de Manizales, que después Sabido puso en manos del Rector de la universidad en una ceremonia en el Teatro Juárez.

En una vuelta completa, el actual Rector de la universidad, Luis Felipe Guerrero, le tenía listo un presente al homenajeado en el evento de premiación llevado a cabo, precisamente, en el Teatro Juárez.

“Imagínese qué júbilo que después de muchos años, después de 70 años de haber visto los entremeses desde el campanario de San Roque, venga el Rector, cosa que me conmocionó verdaderamente, me emocionó profundamente, y saque el libreto original de La Celestina que yo había dirigido”, celebra.

A la premiación, el dramaturgo acudió junto con su hermana, Irene Sabido, productora y cómplice de todos sus empeños.

Ambos comparten la misión de no dejar que una de las más auténticas expresiones artísticas mexicanas desfallezca.

“Soy dramaturgo, me ha ido bien como dramaturgo criollo, con obras como Juana la loca, pero la mayor parte de mi trabajo está referida a la investigación y al rescate de las ceremonias tradicionales mexicanas”, expone.

Hasta la fecha, su tesis de licenciatura, “Tres mil años de representaciones sagradas mexicanas”, es una referencia insoslayable sobre las manifestaciones escénicas que surgieron apenas se consumó la Conquista.

“La gran parte de mi trabajo ha sido ésa: el estudio, de dónde salieron, cómo nacieron esas ceremonias, de dónde salieron las adoraciones de Reyes, las pastorelas, los diálogos entre la Virgen y Juan Diego, todas esas son representaciones ceremoniales realmente. Y ésas las inventó México, ahí no copiamos nada”, apunta.

La primera de ellas, señala, ocurrió en la Navidad de 1527, apenas 6 años después de la caída de Tenochtitlan, cuando Fray Pedro de Gante representó el viaje de María y José a Belén, con 300 muchachos indígenas del Colegio de San José de los Naturales.

“Es fundamental, porque es el primer producto cultural mexicano que conocemos. Está hablando de temas europeos, como María y José, pero hecho por autores indígenas y en náhuatl directamente”, destaca.

En tiempos en los que se ha avivado la conversación sobre los pasados indígenas e hispánicos del País, a 500 años de la caída de Tenochtitlan, Sabido sostiene el que ha sido su credo durante toda su carrera.

“Tenemos que aprender cómo unir los dos Méxicos. Infortunadamente, la política de los últimos años ha sido dividir más todavía y dividir más y dividir más, y yo, personalmente, creo que debe de ser al contrario, completamente, hay que unir el México criollo con el México indígena obligatoriamente”, declara.
 

Alista museo virtual

Incansable a sus casi 84 años, Miguel Sabido alista el lanzamiento del Museo Virtual del Teatro Ceremonial, una iniciativa independiente en el que busca preservar sus talleres, puestas en escena y reflexiones académicas y artísticas para que cualquier persona pueda consultarlos.

“Va a ser muy variado: tenemos 14 salas y más de 200 grabaciones, así es que no se podrá visitar de una sola vez; a quien le interesen las obras, las reconstrucciones de las obras en náhuatl del siglo 16, pues ahí están en la sala; quien le interesa ver hablar al doctor (Miguel) León-Portilla de todo este tema, pues ahí está; quien quiera entrar a mis talleres.

“Tenemos algunas pastorelas, algunas ceremonias hermosas realmente; los talleres para enseñarle a la gente a que vuelva a hacer sus ceremonias; testimonios de los grandes sabios, como León-Portilla, (Eduardo) Matos Moctezuma, (Alfredo) López Austin”, anuncia.

Uno de los más invaluables recursos que este proyecto pondrá en línea son los textos con direcciones que Sabido ha preparado para replicar los montajes de todo tipo de géneros rituales tradicionales, en una apuesta contra el olvido.

“Yo escribí unos cuadernos de coloquio; usted sabe que esas ceremonias se transmiten a través de antiquísimos cuadernos de coloquio, que guardan las gentes como objetos sagrados y tienen razón: son objetos sagrados.

“Yo lo que he hecho es, basándome en esos cuadernos de coloquio, he hecho cuadernos de coloquio, pero del siglo 21, en donde se describen las danzas y está ahí la música y están los posibles diseños (escénicos) de muchas gentes”, explica.

A pesar de su relevancia, Sabido todavía no ha encontrado eco en las instituciones de cultura para preservar este legado.

“El problema es que nada más tengo una patrocinadora, que es Irene. No he podido lograr que me patrocinen. No me entienden, no me entienden el proyecto, no entienden la dimensión importantísima de salvar ese caudal cultural, de que no dejemos perder y que además en Estados Unidos también”, lamenta.

Aun así, indeclinable en su propósito de vida, el director espera poder subir pronto todo el contenido a Internet y realizar un evento de lanzamiento.

Hora de publicación: 21:00 hrs.

Fuente:https://www.reforma.com/miguel-sabido-padre-del-teatro-popular/ar2287755

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