Ni AMLO ni Sheinbaum respaldan a Tatiana contra difamación de Jalife

Ni el presidente Andrés Manuel López Obrador ni Claudia Sheinbaum, precandidata presidencial de Morena, salieron a respaldar a Tatiana Clouthier contra las difamaciones de Alfredo Jalife-Rahme, ni tampoco a ayudarla a defender “su buen nombre”. Más bien prefirieron lanzar alegatos contra el procedimiento penal y proclamas por la libertad de expresión. Después del escándalo provocado por la detención de Jalife-Rahme durante el miércoles, este jueves en su conferencia de prensa López Obrador comentó lo ocurrido y dijo que estuvo pendiente hasta que fue liberado, lo que consideró “lo más importante”. Dijo que aunque el asunto corresponde a la fiscalía de Nuevo León, el asunto también atañe al gobierno federal porque tiene que garantizar la libre manifestación de las ideas y que no exista censura. “Puede haber excesos, pero no debe de limitarse la libertad; podemos no estar de acuerdo con lo que se expresa, pero debemos de garantizar el derecho a manifestarnos libremente. Eso es lo que puedo decir. Ya pasó; cada quien que haga sus conclusiones”, dijo el tabasqueño pese al agravio contra Clouthier. Pese a la difamación que el “geoestratega” lanzó sobre la que fue su secretaria de Economía por su labor en ese cargo público (que se había robado el litio y había entregado el Estado mexicano a Estados Unidos), López Obrador puso el asunto más bien en el terreno afectivo y los trató en términos de igualdad pese a que uno era victimario y la otra víctima de la agresión verbal (como lo ha hecho en otras ocasiones). “Yo estimo a los dos que estaban o está en este asunto; a Tatiana la quiero muchísimo, mucho, mucho, mucho, y a Jalife también. Y espero que me comprendan las partes. Y pues tenemos que ser respetuosos de las libertades”, comentó López Obrador. Por supuesto, el mandatario no desaprovechó la oportunidad para cumplir uno de sus rituales preferidos: victimizarse. En efecto, dijo: “Imagínense si yo presento denuncia por todo lo que me inventan, por todos los ataques” (en redes sociales se han hecho llamados a quienes han sido calumniados por el presidente a presentar las respectivas denuncias). También relativizó el asunto: “Claro, cada quien tiene su criterio y hay que respetarlo; hay quienes dicen: ‘A mí me lo compruebas; si no, te denuncio’. Y hay que respetar también ese criterio”. Pero afirmó que el tema “ya pasó”. Sheinbaum, de quien Clouthier es coordinadora de voceros, comentó el asunto el propio miércoles. En realidad no respaldó a la sinaloense contra Jalife-Rahme, y dijo que “es una mujer impecable; entonces ella, en su derecho, puso esta denuncia”. Casi al final de su declaración al respecto dijo que “es algo de Tatiana”, sin un decidido apoyo contra la difamación del comentarista, y puso énfasis en que este tipo de asuntos no deben ser de carácter penal, sino civil. “En lo referente a la calumnia, a la injuria, que todavía en algunos estados de la república que era como delito penal, no debería ser un delito penal. En la Ciudad de México y en muchos otros estados es un asunto civil, no es un asunto penal”, dijo, y agregó que “debería haber opiniones responsables, no debe haber difamaciones”, sin referirse directa y claramente a las que profirió Jalife-Rahme contra su hoy colaboradora. La precandidata presidencial de Morena levantó la suspicacia: “Me parece que si se presentó hace un año la denuncia, Nuevo León, en la Fiscalía de Nuevo León, ¿pues por qué ahora es que hacen esta detención?”. Así, ni Sheinbaum ni mucho menos López Obrador adoptaron una postura de defensa de Clouthier ni tampoco de rechazo decidido a las expresiones de Jalife-Rahme. En una entrevista con Julio Hernández López, Clouthier defendió su denuncia, y expreso su coincidencia con López Obrador en el respeto a las libertades, y, “en el sentido más amplio, para la libertad de expresión”. También, para sustentar su denuncia, diferenció entre una opinión, cuya expresión le parece “una libertad total”, y emitir una afirmación sin pruebas y con dolo. En eso basó su denuncia presentada en Nuevo León, donde vive y se sujeta a la legislación de esa entidad, donde la difamación y la calumnia entran en “la vía penal”. Al respecto, no llamó a modificar la legislación para que la difamación y la calumnia tengan un carácter civil, sino que acepta la actual acríticamente: “No la digo yo: es lo que está en el estado de Nuevo León, y algunos estados de la república la tienen. Yo vivo aquí y me tocó esa ley a la que me acojo”, dijo. Insistió en que las de Jalife-Rahme (al que no mencionó por su nombre sino sólo como “el señor”) no son opiniones sino afirmaciones sin pruebas: “Está diciendo con dolo algo que no es, y allí es donde viene la difamación y la calumnia, que me causa daño a mí y a mi familia”. Lo curioso fue que Clouthier defendió a la Fiscalía de Nuevo León contra las insidias: “Está haciendo lo que le corresponde (…) siguiendo un proceso, y yo puse la denuncia hace un año y esto sucedió aquí en la fecha que sucedió porque la justicia en este país toma su tiempo”.