Oficial de inteligencia de EE. UU. Revela que los reptilianos tienen una base en el lado oculto de la luna

Una enigmática especie de reptil ha sido estudiada por la humanidad durante miles de años. Todos nuestros antiguos predecesores que vivían aislados y no interactuaban ni se comunicaban entre sí hablaban de los mismos monstruos.

Base lunar reptiliana

En casi todos los continentes, los arqueólogos han descubierto artefactos antiguos que muestran una raza parecida a un lagarto.

En docenas de culturas alrededor del mundo, hay historias de una inteligente raza de saurios. La mayoría de las personas hoy en día identifican a estos seres con teorías de conspiración descabelladas. Sin embargo, varias personas respetadas en la comunidad (como la policía, los contratistas del gobierno y el ejército) han publicado relatos sorprendentes de primera mano.

Un hombre llamado William Mills Tompkins es uno de ellos. Quien asegura la existencia de una base lunar reptiliana.  Sería perseguido por el resto de su vida por lo que aprendió mientras trabajaba para el gobierno de los Estados Unidos

Un denunciante

El 30 de mayo de 1923 nació William “Bill” Tompkins. Fue buscado por representantes de la Marina cuando aún estaba en la escuela secundaria. Comenzó a ascender de rango después de unirse al ejército y finalmente fue nombrado oficial de inteligencia. Durante la Segunda Guerra Mundial, desempeñó sus funciones en lugares seguros. Fue contratado por Douglas Aircraft Company para participar en un proyecto secreto que se conocería como Majestic 12 después de recibir una descarga honorable en 1946.

El equipo competitivo estaba formado por científicos, comandantes militares y funcionarios gubernamentales. Esbozó diseños para naves navales interplanetarias cuando trabajaba para la organización secreta. Bill trabajó en el Programa Saturno como ingeniero aeronáutico y contribuyó a la creación del vehículo de lanzamiento Apolo. El renombrado veterano reunió información sorprendente mientras trabajaba para la NASA. Nuestros astronautas no estaban solos cuando aterrizaron en la luna.

Una base lunar reptiliana

Uno de los logros más significativos de la humanidad fue la primera misión espacial. Más de 650 millones de personas vieron con incredulidad en la televisión en el verano de 1969 cuando Neil Armstrong dio los primeros pasos humanos en el cuerpo celeste alienígena. Pero hay mucho más en esta historia que se oculta al público. La NASA envió una sonda no tripulada para recopilar datos antes del fatídico alunizaje.

Rápidamente descubrieron una base lunar reptiliana considerable en el lado oscuro de la luna. Confundidos, los científicos continuaron recopilando datos y descubrieron que una colonia de extraterrestres había colonizado el planetoide. Los ejecutivos de la agencia, sin embargo, se comprometieron a llevar a cabo la tan esperada misión Apolo a pesar de estos impactantes hechos. El cohete y su emocionada tripulación se lanzaron desde el Centro Espacial Cape Kennedy el 20 de julio de 1969.

Surgen las ‘Gentes Lagartos’

Había tres astronautas en el vehículo: el piloto Michael Collins, el operador del módulo Edwin «Buzz» Aldrin y el comandante Neil Armstrong. El viaje tomó cuatro días tensos para completar. Los soldados exhalaron con alivio cuando aterrizaron en la superficie lunar y experimentaron una fuerte descarga de adrenalina. Sólo entonces, se creó la historia. Lamentablemente, esa alegría pronto llegaría a un abrupto final. Los tres hombres miraron por la ventana y vieron siete enormes ovnis estacionados cerca.

Su vehículo estacionado estaba rodeado por un gran grupo de criaturas. Había una gran cantidad de reptilianos reunidos alrededor del borde del cráter.

Armstrong calculó que la altura de 9 pies de seres bípedos. Tenían una piel escamosa como la de un reptil, lo que los hacía parecer híbridos de cocodrilo y humano. Los reptoides, según Tompkins, eran horribles y tenían «caras terribles».

Durante el recorrido por los monumentos hubo dos minutos en los que tanto la cámara como la radio se perdieron por completo. Están aquí, gritó Neil Armstrong mientras cambiaba el canal al médico.

Están estacionados alrededor del borde del cráter donde está la base lunar reptiliana Nos están mirando. Durante una entrevista con el periodista Kerry Cassidy en 2017, William Tompkins hizo esta sorprendente declaración. Aunque no era un pájaro primaveral, el hombre de 94 años era ágil y mentalmente agudo.

Habló públicamente antes de fallecer repentinamente. Coincidencia o no, Bill puso su nombre, legado y posiblemente su vida en riesgo al hablar. Escuchar con una mente abierta es lo menos que podemos hacer en respuesta.

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