El patrimonio de Claudia Sheinbaum se esfumó, pues de dos casas y dos departamentos que reportó en su declaración de bienes cuando inició la jefatura de Gobierno, ahora afirma no tener nada e, incluso, en el primer debate presidencial dijo que vive en una casa rentada. Para dar seguimiento a la evolución de su patrimonio, Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) revisó escrituras y documentos de los inmuebles que estaban a nombre de la candidata presidencial y encontró que la casa que ocupó por 30 años en Tlalpan fue escriturada a nombre de su hija, Mariana Ímaz Sheinbaum, tras promoverse un juicio “por prescripción positiva”, cuya sentencia definitiva se resolvió el 29 de noviembre de 2018, seis días antes de que Sheinbaum asumiera como Jefa de Gobierno. La prescripción positiva es una figura contemplada en el Código Civil de la Ciudad de México que permite apropiarse de un bien después de varios años de haberlo ocupado de manera continua y pacífica. La casa de Tlalpan que ocupó Sheinbaum, y que fue escriturada por esa vía, está construida en un terreno de 486 metros cuadrados en un fraccionamiento privado perteneciente al poblado de San Andrés Totoltepec. Aunque Sheinbaum ha declarado que dejó esa casa desde 2018, su domicilio oficial ante el INE lo mantenía todavía en 2022 en San Andrés Totoltepec. El predio donde se construyó la casa estaba originalmente a nombre de un fideicomiso constituido por unos inmigrantes uruguayos, pero mediante un juicio iniciado en 2012 y resuelto en 2018, pasó a ser patrimonio de la familia de la candidata presidencial. Esa casa fue reportada desde el 2000 en distintas declaraciones patrimoniales que presentó Sheinbaum como funcionaria pública. El patrimonio esfumado En diciembre del año 2000, cuando asumió el cargo de Secretaria del Medio Ambiente del Distrito Federal, Claudia Sheinbaum informó en su declaración patrimonial que ella y su esposo Carlos Ímaz poseían una casa y un departamento en la Ciudad de México. En aquella ocasión detalló que su casa estaba valuada en 500 mil pesos y el departamento en 400 mil. Además, tenía dos vehículos y 100 mil pesos en cuentas bancarias. Quince años después, cuando entró en funciones como jefa delegacional en Tlalpan, reportó que a sus bienes se había sumado una casa en Morelos. En 2015 reportó además ingresos por 1.7 millones de pesos entre ella y su pareja, dos vehículos y una cuenta bancaria por menos de 500 mil pesos. Declaración patrimonial de Sheinbaum de 2015. En diciembre de 2018, tras asumir la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, informó que poseía dos departamentos en Coyoacán, uno de 90 metros cuadrados comprado a crédito en 1999, y otro de 80 metros cuadrados valuado en 1 millón 800 mil pesos, adquirido en 2011 mediante una herencia y un préstamo. Además, reportó una casa en Cuernavaca que estaba a nombre de su hijo y que había sido contruida entre 2002 y 2005. En esa declaración informó que la casa de Tlalpan había sido adquirida de contado y que la construcción se había realizado entre 1985 y 1988. Seis años después, Sheinbaum refirió que ya no tenía ese patrimonio. En en el apartado de inmuebles de la declaración patrimonial que presentó en 2023 anotó la palabra “Ninguno”. En su declaración de 2023, Sheinbaum informó que no poseía inmuebles. La noche del 7 de abril de 2024, en el primer debate de las candidaturas a la presidencia, Claudia le dijo a su contendiente: “Yo vivo en un departamento en el que pago renta; ella (en referencia a Xóchitl Gálvez) vive en un departamento del cártel inmobiliario”. El traspaso de bienes En la revisión de documentos realizado por MCCI se constató que la casa en Tlalpan y uno de los departamentos en Coyoacán ahora están a nombre de Mariana Ímaz Sheinbaum, la hija de la candidata presidencial por Morena-PT-Verde. El 12 de julio de 2018, a los 12 días de que Claudia ganó la elección en la Ciudad de México, uno de sus departamentos en Coyoacán fue escriturado, mediante donación, a su hija Mariana. En la escritura quedó asentado que el departamento ubicado en la colonia Insurgentes Cuicuilco había sido adquirido en septiembre de 2011 a un precio de un millón 825 mil pesos por partes iguales por Sheinbaum y por su esposo Ímaz. La compra se realizó mediante dos créditos hipotecarios: uno de 250 mil pesos ante el banco BBVA y otro por 831 mil pesos ante el fondo de vivienda del ISSSTE. Aunque la escritura no lo dice, en una declaración patrimonial Sheinbaum había informado que una parte del valor del inmueble lo pagó con dinero de una herencia. El crédito ante BBVA fue negociado a 20 años, pero el matrimonio lo pagó en dos (se liquidó en 2013), mientras que el del ISSSTE se pactó a 30 años, aunque fue cubierto anticipadamente en febrero de 2018. El juicio de la casa de Tlalpan Al igual que el departamento, la casa de Tlalpan también fue puesta a nombre de la hija de Sheinbaum el 14 de abril de 2021 y tiene un valor comercial de 4 millones 830 mil pesos, según avalúo que fue anexado en el acto de donación del inmueble. La casa de Tlalpan fue escriturada tras promoverse un juicio civil. Documentos obtenidos por MCCI detallan que Carlos Ímaz Gispert (ex esposo de Sheinbaum) fue declarado propietario de la casa de 255 metros cuadrados de construcción, en un terreno de 486.53 metros cuadrados, por “prescripción positiva”. De acuerdo con abogados consultados, ésta figura legal contemplada en el Código Civil de la Ciudad de México, permite adueñarse de un bien gracias al paso de los años, es decir, por posesión pacífica, continua y pública del mismo. Según la propia escritura, en poder de MCCI, la propiedad ubicada en un fraccionamiento de San Andrés Totoltepec, se encontraba a nombre de un fideicomiso conformado por familias de uruguayos que vivieron durante una época en México. Como parte del juicio que Imaz promovió desde el 2012, los beneficiarios del fideicomiso -que regresaron a vivir a Sudamérica- fueron notificados como codemandados a través de edictos publicados en dos periódicos de baja circulación. Y, al no responder, se les declaró en rebeldía y perdieron el juicio. Esto pese a que la ley establece que, cuando se desconozca el domicilio de las personas, las notificaciones por edictos deberán publicarse “en un periódico de los de mayor circulación”. MCCI localizó y consultó a dos de los uruguayos codemandados, quienes eran beneficiarios del fideicomiso, y dijeron que nunca les notificaron del juicio. No pudieron reclamar el predio sobre el que se construyó la casa porque no se enteraron de que había un litigio en curso promovido por Ímaz. El caso fue resuelto a favor de Ímaz mediante sentencia definitiva del Juzgado 32 de lo Civil de la Ciudad de México del 29 de noviembre de 2018 -seis días antes de que Sheinbaum asumiera como Jefa de Gobierno-, y confirmada por resolución de la Séptima Sala Civil del Tribunal Superior de Justicia de la capital, dictada el 24 de junio de 2019, ya durante la gestión de la morenista como jefa de gobierno. El resolutivo señala: “Una vez que cause ejecutoria esta sentencia gírese atento oficio al C. director del Registro Público de la Propiedad y de Comercio de esta Ciudad, para que proceda a la cancelación parcial de la inscripción de propiedad que obra en dicha dependencia a favor del coenjuiciado”. Y añade: “Inscriba en su lugar el presente fallo, el que le servirá de título de propiedad a la parte actora Carlos Imaz Gispert, por haber operado en su favor la prescripción positiva”. MCCI solicitó vía transparencia al Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México la versión pública de la sentencia. En el documento entregado se tacharon con plumón negro los nombres de los involucrados, fechas, datos sobre la propiedad, e incluso partes del resolutivo y los considerandos. No obstante, de lo que quedó visible se confirma que los demandados fueron emplazados por edictos y que, al no ser contactados, el juicio se llevó en “rebeldía”. De acuerdo con abogados consultados, esto significa que no se defendieron y que el juez dio por bueno lo que dijo el demandante, en este caso la ex pareja de Sheinbaum. Resuelven jueces polémicos El juez que emitió la sentencia definitiva sobre la casa de Tlalpan, José Guadalupe Mejía Galán, ha sido señalado por presuntos casos de corrupción y favoritismo. En 2014 se vio envuelto en una polémica al emitir resoluciones que desconocían la competencia del Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel) en materia de retransmisión de contenidos, como parte de un juicio entre Televisa y Dish, pasando por alto la reforma constitucional en materia de radiodifusión y telecomunicaciones. Un recuento realizado en 2014 por Reforma refirió que desde 2011 se habían dado distintas resoluciones que evidenciaban predisposición del juez para beneficiar a Televisa en demandas contra Dish, la empresa de televisión de paga de MVS, que era señalada de tener acuerdos con América Móvil, de Slim. Incluso, Dish difundió un comunicado en el que lamentó que el juez Mejía Galán haya servido “de comparsa” a Televisa. En octubre de 2017, vecinos de un edificio ubicado en la calle Durango en la colonia Roma denunciaron corrupción del mismo juez Mejía Galán por ordenar la demolición de un edificio que no tenía daño estructural, supuestamente en beneficio de una constructora que -según los quejosos- pretendía apropiarse del inmueble. Después de la resolución del juez Mejía Galán para que el predio de Tlalpan fuera escriturado a nombre de Ímaz, el banco que fungía como fiduciario en el fideicomiso apeló la sentencia. Y fue en junio de 2019 cuando la séptima sala civil del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México confirmó la resolución. Una de las magistradas que resolvió la impugnación, Petra Quezada Guzmán, ha sido investigada por presunto tráfico de expedientes y está ligada a Morena, partido en el que ha colaborado como asesora. Mientras que Yaopol Pérez Amaya Jiménez, quien se desempeñaba como magistrado por “ministerio de ley” o interino en la sala que resolvió el caso que benefició a Ímaz, fue ascendido formalmente a magistrado a partir del 31 de marzo de 2021, mediante concurso de oposición. Se le impuso la toga como magistrado en una ceremonia en la que estuvo presente la propia Sheinbaum como Jefa de Gobierno capitalina, y en la que se da cuenta de la asistencia del juez Mejía Galván como magistrado por ministerio de ley, de acuerdo con el acta de la misma. Llaman a juicio a hermana de reportera de “la mañanera” En los documentos revisados por MCCI consta que en el caso aparecen como “terceras llamadas a juicio” personas ligadas al actual Gobierno federal, como Ana Fernández Espresate, hermana de Nuria Fernández Espresate, quien al inicio del sexenio acudía a las conferencias mañaneras como periodista de La Karakola, espacio cultural del que es fundadora. En enero de 2022, el propio presidente Andrés Manuel López Obrador designó a Nuria Fernández como directora del DIF, dependencia en la que también trabaja como jefa de asistencia e inclusión social Sally Jacqueline Pardo Semo, tía de Claudia Sheinbaum. Tras resolverse el juicio a favor de Ímaz, la propiedad fue donada en 2021 a Mariana Imaz Sheinbaum, según consta en la escritura obtenida por MCCI. La casa de Tlalpan actualmente está en venta en 4.9 millones de pesos, y una de las agentes encargada de atender a posibles compradores confirmó que la dueña es la hija de Sheinbaum. De acuerdo con vecinos del fraccionamiento privado consultados, así como guardias de seguridad privada encargados de la vigilancia del mismo, e incluso trabajadores de las casas y de comercios aledaños, la candidata presidencial habitó en dicho domicilio al menos hasta el 2018, año en que asumió la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México. “Fuimos vecinas muchos años, aquí criaron a sus hijos ella y Carlos (Imaz)”, confirmó la dueña de una casa ubicada en el fraccionamiento. “Vivió muchos años aquí, aquí crecieron sus hijos”. Sin embargo, por lo menos hasta hace dos años, Sheinbaum continuó votando en casillas del mismo poblado instaladas cerca de la casa, como ocurrió en la propia elección presidencial de 2018, en la intermedia de 2021 y en la consulta de revocación de mandato, en abril de 2022. Los dos delegados La casa forma parte de la delegación Tlalpan, donde tanto la candidata morenista como su ex esposo fueron jefes delegacionales. Sheinbaum encabezó la delegación de 2015 a 2017, mientras que Imaz estuvo solo cinco meses, del 1 de octubre de 2003 al 15 de marzo de 2004, pues se separó del cargo después de los llamados “videoescándalos”. El 8 de marzo del 2004 salió a la luz pública un video en el que Ímaz recibía 350 mil pesos del empresario Carlos Ahumada. Días antes se había difundido un primer video en el que se observa a René Bejarano recibiendo grandes cantidades de dinero de Ahumada. Ímaz sostuvo que el dinero que él recibió fue para financiar brigadas de defensa del voto perredista para evitar fraudes electorales. Tras separarse del cargo el 15 de marzo de 2004, Imaz enfrentó un proceso penal por el que en agosto del mismo año fue declarado responsable de delito electoral. Aunque fue sentenciado a 3 años seis meses de prisión, apeló la sentencia y en diciembre de 2004 fue exonerado por la Cuarta Sala Penal del entonces Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal. Sheinbaum e Ímaz permanecieron unidos como pareja hasta 2016. Un departamento sin ubicación De los bienes que Sheinbaum declaró en 2018, MCCI corroboró que la casa en Tlapan y un departamento en Coyoacán fueron escriturados a nombre de la hija de la candidata presidencial. Mientras que una casa en Morelos quedó a nombre de su hijo Rodrigo. En el juicio que se llevó para la posesión de la casa en Tlalpan, Carlos Ímaz reportó como su domicilio el inmueble ubicado en una privada residencial en la calle Acacias, en el pueblo de Tlaltenango, en la zona conurbada de Cuernavaca. En cuanto a un segundo departamento en Coyoacán, que Sheinbaum había declarado desde el año 2000 y que todavía reportó como propio en 2018, MCCI no localizó antecedentes registrales, por lo que no fue posible determinar a nombre de quién está inscrito actualmente en el Registro de la Propiedad. Desde su declaración de 2021 Sheinbaum ha dejado en blanco el apartado de inmuebles de sus declaraciones patrimoniales, o ha anotado la palabra “ninguno”. Eso no significa necesariamente que no posea bienes, sino que en la propia declaración se hace la aclaración que “todos los datos de bienes declarados a nombre de la pareja, dependientes económicos y/o terceros o que no sea en copropiedad con el declarante, no serán públicos”. En el pasado debate presidencial, Sheinbaum aseguró que residía en un departamento rentado. Con información de Vanessa Cisneros e Iván Alamillo
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