Inteligencia artificial a debate: Una tecnología transformadora que genera controversia

Inteligencia artificial a debate

La inteligencia artificial a debate es una realidad. La inteligencia artificial (IA) ha irrumpido como una de las tecnologías más transformadoras de nuestro tiempo, pero también genera una gran controversia. Existe división de opinión entre quienes creen que la inteligencia artificial mejorará su vida y los que piensan que la empeorará. Los diferentes enfoques de empresas y profesionales, organismos e instituciones, incluso naciones, son síntomas de la gran inquietud que provoca en la sociedad. El asunto ha llegado hasta la ONU. Las encuestas ponen de manifiesto una gran disparidad de criterios. Así, el 24% de la población cree que la IA será positiva, pero un 41% opina que la IA mejorará y al tiempo empeorará su vida. Solo un 10% de los encuestados piensa que la IA tendrá un impacto negativo.

Opiniones a favor de la IA

Las diferencias de opinión varían dependiendo de muchos factores tales como la geografía o la edad. A modo de ejemplo, los hombres se muestran casi dos veces más optimistas (un 27%) que las mujeres (14%). Casi la mitad de los encuestados en Sudamérica (46%) cree que la IA mejorará su vida, lo que le convierte en la región más optimista del mundo. Pero también es de destacar que, por grupos de edad, son los jóvenes de entre 19 y 24 años (35%) quienes están seguros de que la IA mejorará el mundo, mientras que solo un 5% de estos jóvenes piensa que la IA lo empeorará. Y es que hay opiniones para todos.

Sacando conclusiones sobre la IA

La IA genera preocupación. Es evidente que mejorará ámbitos como la sanidad, la educación, la seguridad y los negocios, o la cultura y el arte. Pero también preocupa la pérdida de puestos de trabajo o la obligación de una formación complementaria para poder estar al día. Por tanto, algunas voces claman ya por la necesidad de abordar la educación para mejorar la empleabilidad en la era post-IA.

Existe curiosidad e ilusión por explorar su enorme potencial, pero siempre protegidos por mecanismos de seguridad contra peligros apocalípticos, quizá algo exagerados y más propios de guiones de cine. Muchos defienden que el rechazo a la IA se debe simplemente a algo tan humano como la incertidumbre ante el cambio.

Disyuntiva: ética o avance científico

Podría decirse que el verdadero debate subyace bajo la vieja disyuntiva entre la ética y el avance científico, sobre todo en algunos desarrollos tecnológicos que pueden tener consecuencias funestas. Por poner un ejemplo de actualidad, la energía nuclear ha mejorado mucho la vida humana, pero su primera aplicación práctica fue militar.

Por ello se plantea a priori la necesidad de establecer estándares y marcos legales sobre las responsabilidades derivadas de la IA y su transparencia en cuanto a la toma de decisiones y sus consecuencias.

Lo cierto es que la IA ya está aquí, con sus pros y contras, pero también es verdad que en la balanza el peso de sus beneficios es cada vez mayor. Por todo ello, la comunidad internacional continúa debatiendo y colaborando en la creación de regulaciones y estándares globales para abordar los desafíos éticos, de seguridad y de privacidad asociados con la IA.

@REPRODUCCIÓN CONFIDENCIAL