Sonora

Treinta años después, siguen las dudas en el homicidio de Luis Donaldo Colosio – Alto Nivel

Treinta años después, siguen las dudas en el homicidio de Luis Donaldo Colosio Como ni siquiera la escena del crimen fue preservada, el caso mantiene decenas de incógnitas que en estas tres décadas no se han podido responder. Un voluminoso y enredado expediente en el que todas las pruebas fueron manipuladas por la misma autoridad, y el uso político de la tragedia , distinguen las tres décadas transcurridas tras el homicidio del candidato presidencial del PRI Luis Donaldo Colosio Murrieta . Con las mismas dudas planteadas desde el principio, el caso Colosio llega este sábado a su trigésimo aniversario, demostrando que el sistema mexicano de procuración y administración de justicia ha fallado. Nacido en Magdalena de Kino, Sonora, en 1950, Colosio Murrieta quería ser el presidente del cambio dentro del régimen hegemónico que entonces prevalecía en México. No lo logró, un joven obrero, entonces de 23 años, le quitó la vida al dispararle en la cabeza, de acuerdo con la reiterada confesión de quien a la postre se convirtió en el asesino solitario del priista. Hasta ahora, 30 años después de aquel 23 de marzo de 1994, Mario Aburto Martínez es el único autor material del homicidio, aunque en este 2024 el Ministerio Público federal nuevamente apunta que hubo un segundo tirador.
No obstante, esta repetida hipótesis nunca se ha probado, al contrario, quienes fueron acusados de participar en un complot salieron en libertad exonerados. Único homicida Así, por el tiempo que ha pasado, y la insuficiencia probatoria, el único homicida que hasta hoy figura en esta trágica historia es Aburto Martínez. Sus padres, desde el exilio en Estados Unidos, y el mismo sentenciado, mantienen su inocencia: Dicen que confesó el crimen bajo tortura, aunque los testigos de su detención lo desmienten. Te podría interesar: ¿Cuántos extranjeros naturalizados mexicanos podrán votar en los comicios presidenciales? Antes de saber que el aspirante presidencial había fallecido, Mario Aburto aseguró en la delegación de la otrora Procuraduría General de la República (PGR) en Tijuana que su intención solo era herir al político. “Siempre dijo también ‘yo no lo quería matar, yo lo quería nomás herir’, y dijo ‘me arrepiento de lo que está pasando”, aseguró en 2023 el abogado Marco Antonio Macklis Mercado en una entrevista con ALTO NIVEL.
Este litigante fungió como “testigo de asistencia” de la PGR en la primera declaración ministerial que rindió Mario Aburto Martínez, luego de ser detenido en la colonia Lomas Taurinas de Tijuana, donde ocurrió el homicidio de Colosio. El letrado, quien el año pasado fue citado por la actual Fiscalía General de la República (FGR) para interrogarlo sobre los actos de tortura que Aburto alega haber sufrido, enfatiza que el homicida no recibió amenazas ni malos tratos al inicio de su detención. “Yo estuve ahí presente y yo le doy mi palabra de caballero que yo nunca me percaté de un acto de tortura que se haya producido en contra de la persona de Mario Aburto, nunca me percaté, no lo hubiera yo permitido”, comentó. Seguirán las incógnitas Luis Donaldo Colosio Murrieta, de 44 años en 1994, fue privado de la vida al recibir dos disparos de arma de fuego cuando había concluido un mitin de campaña en la colonia Lomas Taurinas de Tijuana. El candidato presidencial fue herido en el abdomen y en la cabeza. Esta última lesión fue la que provocó su muerte. Aunque existen dudas sobre la aparición y preservación del proyectil que le causó la mortal herida, al final los cuatro fiscales que investigaron el caso, hasta el año 2000, concluyeron que no hay evidencia de otro autor material. Y es que la ojiva que Aburto disparó en la cabeza del candidato fue encontrada en Lomas Taurinas por alguien no identificado, que no siguió ningún tipo de protocolo para preservar la prueba. Es decir, se corrompió la cadena de custodia de la bala que se presume privó de la vida al candidato. Por todo esto, y justo porque ni siquiera la escena del crimen fue preservada, el caso mantiene decenas de incógnitas que en estos 30 años no se han podido responder. De lo que sí hay certeza es de los errores y vicios cometidos por los agentes investigadores, quienes incluso mostraron a Mario Aburto los videos en los que puede verse el momento del homicidio. Eso le sirvió al sentenciado para cambiar su versión en reiteradas ocasiones, y para escenificar -en una diligencia oficial- la forma en la que ocurrieron los hechos no con base en su memoria, sino en las imágenes que fueron transmitidas en televisión. Adicionalmente, cuando los peritos fueron a examinar el lugar de los hechos hicieron descripciones erróneas, pues a esos expertos se les olvidó llevar una brújula. Por ello tampoco se sabe exactamente cuál fue la posición en la que cayó abatido Colosio Murrieta , lo que habría sido fundamental para determinar si hubo o no más de un tirador. Obviamente, tampoco se puede hablar de una posible autoría intelectual, ya que los indicios e hipótesis están viciados de origen, sobre todo por el uso político que se ha hecho de este caso a lo largo de 30 años. Lo último: Treinta años después, siguen las dudas en el homicidio de Luis Donaldo Colosio AMLO celebra recorte a tasa de interés de Banxico Así afectó a las finanzas de México el asesinato de Colosio Actividad económica de México aumentó un 2% interanual en enero Día Mundial del Agua, solo el 52.3% de los mexicanos tienen acceso regular a agua potable

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