Zovek, el hombre de mente y espíritu | Excélsior

CIUDAD DE MÉXICO.

Cuando un general recomendó a Francisco Javier Chapa del Bosque para un programa televisivo, los productores del mismo le preguntaron que cómo se quería hacer llamar. El coahuilense dijo que “Profesor Chapa del Bosque”, sin embargo, le dieron un rotundo no y le comentaron que necesitaba un nombre diferente, algo que denotara cierta extranjería y fue entonces cuando anunció que se presentaría como el El increíble profesor Zovek.

Fue el 5 de enero de 1969, hace  50 años, cuando ese mago, escapista y fisicoculturista apareció por vez primera con este alias convirtiéndose en tan poco tiempo en un héroe televisivo, admirado por chicos y grandes, que lo mismo podía quitarse una camisa de fuerza atada con cadenas en cuestión de segundos o podía jalar algunos autos con la fuerza de sus dientes.

Zovek se hizo famoso entre la gente en primer lugar por los actos tan asombrosos que hacía de fuerza física y mental, todo lo que hacía era real, no había truco de por medio, y en segundo lugar creo que su sencillez hacía que la gente lo admirara y quisiera. Era una especie de ídolo para distintas generaciones”, expresó en entrevista Carlos Hernández Valdés, quien trabajó como asistente de Zovek. 

Tras su muerte, acontecida el 10 de marzo de 1972 tras caer de una cuerda que colgaba de un helicóptero, mismo que se elevó más de la altura acordada, El increíble profesor Zovek resurgió cuando el director Alfonso Cuarón decidió mostrar al personaje a través del actor Víctor Manuel Reséndez Nuncio Latin Lover en Roma, su más reciente filme que fue nominado a tres Globos de Oro como Mejor Película Extranjera, Director y Guion.

Cuarón, ganador de un Oscar como Mejor Director por Gravedad, usó el personaje en su historia y sugirió que El increíble profesor Zovek entrenó al grupo paramilitar Los Halcones, quienes participaron en la matanza de estudiantes en junio de 1971.

Cuando se estrenó la película vimos que lo manejaron (el personaje) equivocadamente. Tanto la familia como un servidor agradecemos que lo haya revivido, que lo haya puesto nuevamente en vigencia, pero ese Zovek que aparece no es el Zovek que nosotros conocimos. Ni hablaba así, ni tenía ese cuerpo de gordo, ni hacía esas payasadas y mucho menos se presentaba vestido de mallas en un campo llanero para tirarles un choro a delincuentes que estaban entrenando ahí”, indicó Hernández Valdés.

Explicó que antes de ser El increíble profesor Zovek, Francisco Javier Chapa del Bosque fue contratado para entrenar a policía militar, paracaidistas, infantería y guardias presidenciales, tomando en cuenta el trabajo que venía desarrollando de tiempo atrás tanto física como mentalmente.

Él entrenó a muchos oficiales, a muchos soldados para cosas nobles, pero si de ahí surgieron después los malos elementos que fueron llevados a formar un grupo paramilitar, ahí no tuvo nada que ver Zovek. Tras su muerte se empezó a decir eso, pero no fue cierto y ya muerto, cómo podía defenderse. Tristemente Cuarón toma ese mito y lo mete en la película sin haber consultado a la familia, sin haber investigado y fomentando con esto esa leyenda negra que hay alrededor de Zovek. Hay derechos de autor y de marca a nivel nacional e internacional y han sido soslayados por la productora y Alfonso Cuarón. La familia, y hablo con autorización de ellos, no pretende pelearse con nadie, simple y sencillamente quieren dialogar para que se aclare de dónde sacaron a ese Zovek. Si la productora o Cuarón no se toman el tiempo de hablar con la familia, entonces iremos a las instancias jurídicas”, acotó Carlos Hernández.

Francisco Javier Chapa del Bosque nació el 13 de abril de 1940 en Torreón, Coahuila. Desde pequeño demostró su interés por personajes que utilizaban su fuerza, algo que contrastaba con la debilidad física que presentaba al padecer desde pequeño un cuadro de  poliomielitis. Uno de sus tíos, un cardiólogo de profesión, fue quien le ayudó a sanar y le impulsó a entrenar lucha libre y artes marciales. Sus padres, asombrados por ver a su hijo curado, decían que se trataba de un milagro, sin embargo, el joven Zovek les respondía que todo se lo debía a su fuerza de voluntad. No por nada una de sus frases más emblemáticas era: “Todo ser humano posee un gran potencial que debe ser desarrollado a través del acondicionamiento físico y mediante una evolución mental y espiritual”.

Chapa del Bosque se inclinó por el atletismo, la halterofilia, el boxeo amateur y las artes marciales. Junto a su esposa, Josefina Carrillo, abrió un gimansio donde entrenaba principalmente mujeres, a quienes les expresaba la importancia de la cultura de la salud física. Asimismo, entrenó a niños y jóvenes en el entonces Club Campestre Lagunero y más tarde, junto a su esposa e hija, montó un espectáculo de baile acrobático.

En 1966 deja su ciudad natal para instalarse en la Ciudad de México y sigue con las enseñanzas de artes marciales y defensa personal. Esto provocó que sus servicios fueran empleados en la Secretaría de la Defensa Nacional y más tarde sus actuaciones fueron televisadas en el entonces Canal 8, en el programa Domingos espectaculares, donde comenzó a hacerse de un grupo de seguidores que quedaban embelesados por sus actos de fuerza.

Zovek podía hacer cualquier cosa: con la frente rompía tablas, tabiques o bloques de concreto. Ejecutaba actos de escapismo, de fuerza mental, jalaba, tanto con los dientes, como con el cabello, autos, detenía el arranque de varias motocicletas o establecía récords mundiales, como cuando durante cuatro horas consecutivas hizo poco más de ocho mil abdominales. El segundo récord que tuvo lo superó cuando en ocho horas seguidas realizó 17 mil 850 abdominales frente a notario público. Esto último lo hizo para recaudar juguetes para los niños pobres”, acotó Hernández.

Su fama hizo que el director René Cardona se fijara en él y en 1972 estrenó El increíble profesor Zovek, cinta en la que el héroe tiene que evidenciar la maldad de un científico. A ésta se sumó la película Blue Demon y Zovek en La invasión de los muertos, que llegó a la cartelera de la mano del mismo Cardona un año después de la muerte de Zovek.

Aunque el nombre de Zovek lo empezó a usar en 1969, fue a principios de 1960 cuando Francisco Javier Chapa comenzó a utilizar el traje dorado con turbante, justo cuando con su esposa, su hija y unas alumnas montó un espectáculo acrobático de Sherezada. Su relevancia en la cultura popular fue tal que Modesto Vázquez, creador de Kalimán, se inspiró en él para crear su historieta en 1963.

Años después y ya con el alias de Zovek, a Francisco Javier le sugirieron interpretar en la pantalla grande a Kalimán, sin embargo, no aceptó bajo el argumento de que Kalimán no existía y que él, Zovek, era de verdad.