Arte & entretenimiento

Aura Rascón y el vuelo espiritual del bambú – Proceso

Flautista, compositora e intérprete interdisciplinaria, Aura Rascón es la primera artista mexicana profesional de la flauta hindú de bambú denominada “bánsuri”, realizando talleres y conciertos como solista de música clásica indostana en Holanda, donde radica, Asia y México, principalmente. De visita a nuestro país para ofrecer talleres del instrumento, Aura describe el aliento de vida que inspira su arte.

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Desde los labios de Aura Rascón, la flauta bánsuri de la India ancestral exhala a través del bambú sus notas de paz y alegría espirituales. Incluso podría añadirse que, en ocasiones, juntas lloran un poquito al compás de sus manos.

“El bánsuri es un instrumento precioso, de los más antiguos de la humanidad. Se habla de esta flauta transversal desde los Vedas, que son las escrituras sagradas del hinduismo, como el instrumento sensitivo del dios Krishna”, explica Aura, nacida en México aunque radicada en Rotterdam.

“Yo siempre estuve enamorada de la música, particularmente de la flauta; pero cuando escuché el bánsuri me atrapó ese sonido del bambú tan orgánico, tan natural. Tocar la flauta tiene que ver con el aliento de vida, y para mí son lo mismo. El poeta sufí Rumi (Yalal ad-Din Muhammad Rumi, 1207-1273) habla del tañido de la flauta como una expresión del alma; eso es lo que yo siento al tocar el bánsuri, mucha paz, y puede hacerme alcanzar momentos eufóricos de gran felicidad y amor.”

El diario hindú Goa Times la ha declarado “un Aura musical, toda una mujer de enorme inspiración musical”, y la periodista francesa Marie Pascale “un ícono del bánsuri”. Aura Rascón tuvo un encuentro con la India desde muy temprana edad, cuando a los 17 años ganó una beca para vivir y estudiar en el entonces inaugurado Colegio del Mundo Unido en la India, Mahindra College, siendo la representante de México en la generación pionera de este instituto internacional de carácter humanista.

La trayectoria artística de Aura Rascón se ha desarrollado internacionalmente por giras en varias ciudades de México, Argentina, Estados Unidos, toda Europa y el Lejano Oriente Asiático (India e Indonesia), con presentaciones en algunos de los encuentros más destacados: Festival Músicas del Mundo de Sines, y Boom Festival (en Portugal); Sziget (Hungría) o Sigi Sacred Arts Festival (Indonesia), entre otros.

“La primera vez que escuché el bánsuri fue en 1994, gracias al disco Making Music de fusión, en la compañía ECM Records, donde tocaba quien se convirtió en mi maestro tres años después, cuando me fui a la India, Hariprasad Chaurasia, una eminencia y hoy por hoy el flautista indio más reconocido en el mundo.” (https://youtu.be/bNwm9ZDEvPM)

Ha viajado extensamente como flautista acompañante de su gurú en sus recitales por Europa, Asia, Brasil y Estados Unidos, junto con algunos de los más grandes exponentes de la “tabla” hindú en la actualidad: Zakir Hussain, Shubankar Baneerjee y Anindo Chaterjee. Con Chaurasia vino a México para el concierto oficial de homenaje a Octavio Paz en el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México. Dice de su maestro:

“Yo lo fui a visitar para darle una reverencia, un agradecimiento y decirle lo mucho que lo admiraba; sin embargo como que él ya dio por sentado que iba a estudiar con él y me motivó a escoger el bánsuri profesionalmente para hacerme especialista.”

Aura había viajado sola a la India en 1997 y experimentó dos años intensos, logrando un primer acercamiento a la cultura y tradición musical de ese país al estudiar canto Dhrupad, “el estilo más vetusto y refinado de la música clásica del norte de la India, música devocional, mas no de entretenimiento, que se tocaba en los reinos distintos de las cortes de los maharash, antes de que la India fuera país”, con el cantante Uday Bhawalkar.

Trébol musical

–¿Qué se siente estar viajando con el bánsuri por Europa, América y Asia?

–Es una bendición y a la vez una cruz para mí vivir en estos tres países que amo (Holanda, India y México). Me encantan, pues cada uno tiene lo suyo; pero cuando estoy en alguno siento que me hace falta algo de los otros, estoy como dividida…

“En la India tengo a mi maestro y ese arraigo a la música, porque allá una vez que tienes un maestro musical es para siempre; entonces, llego a dar talleres a México, como me acaba de suceder en Xalapa, Veracruz, y acá lo extraño a él. Y si estoy en Holanda, me fascina la diversidad cultural aunque extrañe la India, aparte de soñar con mi familia y mis raíces.”

Además de talleres, Aura ofrece conferencias y clases magistrales en instituciones nacionales e internacionales en Argentina, Francia, Indonesia y Países Bajos, y de obras interdisciplinarias de teatro callejero y musical escénico e interacción multidisciplinaria en Europa. A la fecha ella es la única persona en recibir una maestría en la ejecución de la música clásica Indostaní en CODARTS (Conservatorio de Rotterdam).

–¿Cómo se puede apreciar la música que usted interpreta?

–La India posee otra cultura musical, es completamente diferente a la holandesa o mexicana. En las culturas de Oriente la música se ha desarrollado más de una manera modal, es decir, basada en el desarrollo melódico. Sí ha habido ensambles para el cine hindi Bollywood, pero no son estrictamente clásicos. Allá la música tradicional se basa en los ragas.

Literalmente, raga en sánscrito es “color, modo, estado de ánimo”. Acompañada de su padre, Froylán Rascón, productor de Radio Educación, ahonda en su visita mutua por la redacción de Proceso:

“Pensamos que los ragas son meras escalas melódicas, pero son mucho más. Una escala es sólo un esqueleto; pero un raga tiene muchas características más que van desde cómo nos movemos dentro de ese raga, alturas, hay una jerarquía de notas y ciertas frases claves, existen muchas reglas dentro de las cuales nosotros como músicos improvisamos… Y eso es lo que nos da justamente el sabor, la esencia estética. Son el ethos. Cada raga conlleva un estado mental, anímico, que fue decodificado desde hace muchos cientos de años en su correspondencia a las emociones humanas.”

Y ejemplifica que las danzas hindúes destacan también por su expresión facial, a diferencia de la únicamente corporal que caracteriza nuestros bailes.

“Justamente como ellos definen un raga es aquello que nos proporciona un color a la mente, metafóricamente un cierto estado de ser. Por ello a cada raga se le atribuye cierta hora del día.”

–¿Y en cuanto a las notas? Nosotros tenemos la escala de Do a Si…

–Nosotros en la música occidental dividimos la octava en doce tonos, de Do a Si con sostenidos, son doce, ¡pero en la India se dividen en 21! Es una música microtonal, aunque ellos saben exactamente dónde está cada semitono.

“En Holanda y México ha habido mucha apertura a la sabiduría y arte de la India, pero cuando comencé prácticamente nadie conocía nada de la música hindú. Hoy ha crecido bastante el interés y esa es la pasión a la que voy a dedicar mi vida entera, componer para sinfónica y participar en experimentaciones que tanto gustan a los jóvenes en el arte actual.”

Las grabaciones de Aura Rascón pueden encontrarse en https://www.facebook.com/AuraRascon y https://soundcloud.com/aurarascon.

Este texto se publicó el 13 de diciembre de 2019 en la edición 2202 de la revista Proceso.

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