Educación

Doctor Melgar define a Xiomara Cruz Miranda como veterana de guerra

El tema del regreso de la activista a Cuba fue mencionado la semana pasada por el presidente de la Fundación Nacional Cubanoamericana (FNCA), José ‘Pepe’ Hernández, quien aseveró que el compromiso asumido por Cruz Miranda con esa organización, que le tramitó una visa humanitaria, era que retornaría a la isla cuando estuviera recuperada de su salud.

Melgar, en cuya declaración no se refiere a la fundación, narró en orden cronológico una serie de circunstancias asociadas a Cruz Miranda, desde sus últimos años en Cuba, donde se le diagnosticó una supuesta tuberculosis que no mejoraba, hasta el tiempo presente en Miami.

“Según ella misma cuenta, en el hospital donde la internaron por problemas de salud le inocularon varias bacterias en la sangre y en la prisión de Ciego de Ávila, donde cumplía castigo por su condición de disidente, le dieron a inhalar éter o un gas que le produjo un daño pulmonar severo”, dijo Melgar.

El facultativo dijo que desde Cuba le enviaron la historia clínica de Cruz Miranda y cuando revisó los documentos se dio cuenta de “todas las negligencias médicas que se habían cometido con ella”.

Melgar recordó que él mismo recibió a la Dama de Blanco en el aeropuerto de Miami, a su arribo procedente de La Habana, “para llevarla directamente al hospital porque estaba en unas condiciones terribles, con falta de aire (…) pero también una desnutrición severa y no tenía masa muscular”.

A lo que añadió: “Cuando llegó a la emergencia, a donde la llevé en una ambulancia, unas horas después hubo que intubarla y acoplarla a un ventilador artificial porque el oxígeno le estaba bajando mucho”.

Relató que la primera tomografía que se le realizó a Cruz Miranda mostró que uno de los pulmones estaba completamente colapsado, “pero más que colapsado, se encontraba como necrosado, y estaba respirando solo con un tercio del otro pulmón”.

A su juicio, el daño pulmonar de la activista era “severo”. Además, fue necesario conectarle un tubo al estómago para suministrarle alimentación para combatir de inmediato la desnutrición.

Acto seguido, Melgar y otros médicos del hospital Jackson Memorial, en donde estuvo por alrededor de seis meses, le administraron “varios antibióticos de última generación” para tratar de eliminar “varias bacterias en la sangre que ya le estaban provocando una infección en los huesos”.

A través de una serie de exámenes se logró comprobar que en el organismo de la activista estaban presentes las bacterias Klebsiella, pseudomona y micobacteria, tres gérmenes “muy agresivos” que pudieron haber sido inducidos mediante “una inyección”.

“Su estado era muy grave”, subrayó el especialista en medicina interna.

Después de “mucho batallar” por meses en el hospital, según dijo Melgar, se pudo salvar la vida de Cruz Miranda, “gracias no solo a la ciencia, sino también a las oraciones”. Se realizaron varias misas por su salud, algunas de éstas en la Ermita de la Caridad.

Más de un año después, Xiomara Cruz Miranda está “mejor”, pero “no curada totalmente”. De acuerdo con Melgar, “ella va a tener secuelas de todo lo que se le hizo en Cuba”.

En opinión del médico, la Dama de Blanco es como un “veterano de guerra que cuando regresa tiene muchas heridas y daños permanentes”.

Melgar insistió en que “regresar en este momento a Cuba no es una opción, no puede regresar. Allá moriría no solo por su labor política, sino porque el sistema de salud cubano no le va a poder proveer el cuidado médico que todavía se le está dando en EEUU.

‘Pepe’ Hernández, presidente de la FNCA, dijo a este diario en un reporte anterior que la activista cubana estaría “incumpliendo” un compromiso adquirido por la Fundación Nacional Cubanoamericana, en caso de que determinara quedarse en EEUU, lo que podría significar que “el Gobierno nos niegue una visa humanitaria para otra persona de la isla que lo necesite porque ella se está quedando”.

Melgar apuntó que en el momento en que Cruz Miranda se sintió más aliviada “pensó en regresar a Cuba para continuar su lucha, pero se dio cuenta de que no podía, y yo mismo le recomendé que no podía regresar (…) porque iban a ser sus últimos días por la condición que ella tiene todavía debido a que estuvo muy grave”.

Desde su llegada a Estados Unidos, la FNCA ofreció alojamiento y un estipendio a Cruz Miranda y a su hija Clara, que se ha encargado de la atención en casa de la Dama de Blanco.

Acorde con Hernández, el compromiso de esa organización era hasta que la disidente tuviera su salud restablecida. Esa ayuda se extendió desde enero de 2020 cuando Cruz Miranda arribó a Miami hasta finalizar el mes de mayo de 2021. Sin embargo, la renta del apartamento que ocupan la disidente y su hija fue prolongada por otros tres meses, según Hernández.

Finalmente, el doctor Melgar reiteró su ofrecimiento de seguir cubriendo la parte médica de la activista, pero apeló a la “benevolencia del exilio cubano” para continuar brindando ayuda a madre e hija, quienes “no pueden trabajar” porque la primera “todavía no está recuperada completamente” y la segunda “no tiene la documentación requerida”.

“Nosotros tenemos con Xiomara Cruz Miranda una deuda. Ella se enfrentó a un régimen despiadado y salió lesionada como producto de ese enfrentamiento y pagó un precio muy alto. Por tanto, la tenemos que seguir ayudando ahora y siempre”, exhortó.

This content was originally published here.

EL 2 DE JUNIO DEL 2024 VOTA PARA MANTENER

TU LIBERTAD, LA DEMOCRACIA Y EL RESPETO A LA CONSTITUCIÓN.

VOTA POR XÓCHITL