Fibroma Uterino: Síntomas, Diagnóstico y Tratamiento – Arriba Salud

Es un problema típicamente femenino y que le ha tocado conocer a muchas mujeres.

Este tumor benigno que se desarrolla en el útero, afecta a alrededor del 50% de las mujeres de edades comprendidas entre 30 y 50 años. Pero tranquilas, a pesar de la alta incidencia de la enfermedad, su presencia no siempre es preocupante.

Los Fibromas: no se sabe con seguridad qué causa la aparición de uno o múltiples nódulos, que pueden ser de diferentes tamaños y ubicación. El suceso puede ocurrir después de la menarca – primer período menstrual – y dura hasta la menopausia. Es más común en las mujeres de raza negra, pacientes con antecedentes de enfermedad en la familia (madre o hermana), o el aumento de peso, ya que con esta disfunción hormonal puede ocurrir debido al aumento del número de células de grasa. Otros factores relacionados con el estilo de vida están todavía en estudio.

Síntomas comunes del fibroma uterino

En algunas pacientes, los síntomas más comunes son: sangrado excesivo durante la menstruación o períodos irregulares y dolor en la pelvis y el abdomen. En otros casos, no hay complicaciones. “El tumor benigno no se convierte en cáncer. El problema es cuando los síntomas de los fibromas afectan la calidad de vida. La mujer va a tener un dolor constante y sangrando abundantemente, lo que puede conducir a la anemia y, en casos extremos, es necesaria la transfusión de sangre. La enfermedad también puede causar molestias durante la relación sexual, irregularidad en la función intestinal, incontinencia urinaria y, en algunos casos, problemas de fertilidad”, explica el Dr. Mariano Tamura, obstetra y ginecóloga del Hospital Albert Einstein (HIAE) Departamento de la Universidad Federal de São Paulo (Unifesp).

Diagnóstico y Tratamiento

Hay cuatro tipos de fibromas, nombrados de acuerdo a su ubicación.

• Submucosa: que aparecen en el interior del útero, puede causar fuertes hemorragias y anemia.
• Intramural: es uno que se desarrolla en el medio de la pared uterina, causando calambres.
• Subserosos: aparece en la parte externa del útero, cuyo principal síntoma se nota cuando se mueve para comprimir otros órganos como el intestino.
• Pedicle: que puede ser confundido con los tumores de ovario; se adjunta al útero sólo por un tejido llamado pedículo.

El diagnóstico de los tumores se lleva a cabo en consulta con el ginecólogo, teniendo en cuenta las posibles síntomas del paciente y el examen físico, además se evalúa si el útero está agrandado. Para confirmar la enfermedad, el médico debe solicitar una ecografía u otros estudios por imágenes. Si se ha encontrado el problema, se debe tener en cuenta el estilo de vida y los deseos de cada paciente. “Tenemos que considerar cuáles son los síntomas, la edad, los planes para tener hijos, el deseo de preservar el útero y si el paciente está de acuerdo o no en someterse a la cirugía”, explica el Dr. Tamura.

Hay numerosos caminos para el tratamiento:

Histerectomía: cirugía para extirpar el útero. El beneficio es definitivo; sin embargo, no se recomienda para las mujeres que aún quieren tener hijos o desean mantener el útero.

Miomectomía: extirpación quirúrgica de los fibromas, preservando el útero. La anatomía del cuerpo se restaura y los síntomas disminuyen. Es conveniente para las mujeres que desean preservar la fertilidad o para aquellas que tienen la infertilidad causada por fibromas – que no es muy a menudo – con mejores posibilidades de quedar embarazada.

Embolización: procedimiento que se realiza por medio de un catéter introducido en la arteria femoral y dirigido a las arterias uterinas, responsables de la nutrición del fibroma. Se inyecta una sustancia para bloquear el suministro del tumor. Hay una reducción de los sintomas y reducción de los fibromas, pero todavía no se considera totalmente seguro para las mujeres que desean mantener o mejorar la capacidad de tener hijos.

Ultrasonido guiado y centrado por resonancia magnética: esta nueva arma se usa contra los fibromas. El paciente se acuesta sobre una mesa de resonancia, el médico aplica las ondas de ultrasonido que se dirigen a una región específica del tumor donde la temperatura aumenta hasta 90 ° C, destruyendo el tejido. Se están realizando estudios para evaluar los casos para los que este método es eficaz.

Medicamentos: también puede ser una opción y se recomienda su uso para disminuir los síntomas, es decir, no termina con los tumores, sólo va a disminuir la molestia. Puede ser a base de hormonas, como los anticonceptivos orales, antiinflamatorios o agentes antifibrinolíticos para reducir el sangrado y los calambres.

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