La mejor opción para toda expresión: precisiones y características de la comunicación escrita – Escuela de Edición de Lima

La escritura se apodera de la práctica comunicativa y permite transmitir mensajes con todos aquellos que rodean, o no, tu mundo. En la presente nota, precisamos la importancia de la comunicación escrita y sobre algunas características que la inscriben.

Hablar de comunicación nos encamina hacia un tema que se debe tratar delicadamente. El intercambio de información tiene una multiplicidad de variables que permiten transmitir ideas o pensamientos que requieren ser enviados a un destinatario.

Entre
los tipos de comunicación, la que se articula de manera escrita es el producto de
una serie de reflexiones que se llegaron a establecer de manera lógica. Esto
quiere decir que se aplica una organización cognitiva que regulariza lo
manifestado. Para aquellos que requieren poner en práctica la redacción, el uso
correcto de la escritura les permite distribuir mejor las ideas, brindar
sentido a las oraciones y enfatizar en los puntos que deben de resaltar por su
jerarquía.

La
comunicación escrita se distancia de la comunicación oral porque no se
condiciona al tiempo y espacio, esto quiere decir que ambas partes (orador y
receptor) deben de encontrarse en el mismo espacio; sin embargo, en la
actualidad esto no necesariamente se cumple ya que el uso del celular u otra
herramienta comunicativa ha facilitado este tipo de interacción. Cabe precisar
que el mensaje escrito tiene la capacidad de perdurar en el tiempo, así, podemos
apreciar que la huella permanente de este tipo de comunicación lo jerarquiza
como un ejercicio superior y moderno.

Veamos
algunas características:

Persuasión: Toda
comunicación tiene como fin sugerir o incitar a que el receptor se amolde a tus
ideas. La persuasión es importante para el emisor porque le brinda la
posibilidad de penetrar y posicionar sus ideas en el receptor.

Concisión: El
redactor, además de ser persuasivo, requiere de tener un tino a la hora de
exponer sus ideas. La economía de palabras o la concisión de ideas permite
establecer una imagen sumamente clara, que permite optimizar el mensaje.

Claridad: Todo
mensaje escrito requiere de claridad. Una idea que se acomoda a las intenciones
del receptor y que es expuesta de manera precisa, necesariamente exige que el
mensaje sea franco.

De ideas a oraciones:
Formular oraciones, precisa de concentrar toda idea posible. Gestar las
oraciones, manifiesta un ejercicio de redacción que requiere del conocimiento
de una sintaxis, correcto uso de la gramática y aplicación correcta de la
ortografía.

De oraciones a párrafos: La
concatenación de oraciones produce un párrafo. Este último exhibe un corpus de
frases correctamente ordenadas, claras y concisas que persuaden al lector.
Asimismo, lograr este cometido se puede establecer mediante una formulación.

Como podemos apreciar, la comunicación escrita permite al emisor apoderarse de una serie de pautas que son útiles para la transmisión del mensaje. Dentro del mundo acelerado que estamos viviendo, este tipo de praxis se comporta que potencia las ideas. La huella en el tiempo es la marca que yacerá viva y permitirá evidenciar, siempre, nuestro mensaje.