Educación

‘Élite’: cómo ser alumno en Las Encinas y no morir en el intento | NO SUBMARINES

¡OJO! Esta crítica contiene spoilers de la tercera temporada

La tercera temporada del fenómeno juvenil de Netflix se estrenó el pasado 13 de marzo y ha vuelto a confirmar que tiene los ingredientes necesarios para conquistar a una audiencia que ya es fiel a su estilo, puesto que dos semanas después continúa posicionándose en el Top 10 de los contenidos más vistos en la plataforma de streaming. Y es que Élite es una de esas series que no necesita presentación, ya que todos conocemos a alguien que esta súper enganchado y nos ha hablado de ella.

Los ocho nuevos capítulos que ofrece esta entrega giran en torno a la muerte de uno de los protagonistas, cuyo nombre ya spoileó Netflix en el tráiler, durante la fiesta de graduación de los alumnos de Las Encinas. Este es el planteamiento a partir del cual, mediante los flashbacks del interrogatorio que la inspectora realiza, descubriremos cómo ha ocurrido todo y quien es el autor de un crimen del que todos son sospechosos.

Lo cierto es que, si no hubiera apuntado anteriormente que se trata de la nueva temporada, podría parecer que la sinopsis corresponde a alguna de las anteriores… pero no. Una vez más, se repite la estructura que caracterizó la forma de desvelar lo sucedido con Marina, en primer lugar, y después con Samuel. En este sentido, Élite da indicios de que necesita renovarse urgentemente y apostar por nuevos recursos narrativos que resulten más innovadores y originales.

En cuanto a las novedades, destaca la introducción de Yeray (Sergio Momo) y Malick (Leïti Sène), dos nuevos alumnos que llegan a las Encinas con una idea bastante definida: empezar una relación con Carla y Nadia, respectivamente. Sin embargo, mientras que las incorporaciones de la segunda temporada (Rebeka, Valerio y Cayetana) contribuyeron a aportar frescura a la trama y acabaron ganándose un merecido hueco en la serie, da la sensación de que Yeray y Malick no acaban de encajar y son bastante prescindibles. Y sí, ya sabemos que las comparaciones son odiosas, pero a estas alturas son inevitables.

Por su parte, los personajes veteranos siguen en su línea habitual, tratando de resolver sus problemas sin dejar de lado el morbo y salseo al que ya nos tienen acostumbrados: Guzmán busca que se haga “justicia” por el asesinato de su hermana; Polo continúa sufriendo bullying por parte de sus compañeros, quienes evidencian no ser mucho mejores que él; Carla se ve envuelta en problemas con su familia que desencadenan en el consumo de drogas; y por supuesto, Samuel sigue recalentando macarrones.

Pero si hay una trama que merece una mención especial y destaca sobre todas las demás es la protagonizada por Lucrecia y Nadia. Lo que comenzó con una fuerte rivalidad entre dos alumnas que aparentemente eran muy distintas, poco a poco ha ido evolucionando hasta crear una de las relaciones más especiales y mejor construidas de Élite.

La madurez que adquiere Lu tras tocar fondo económicamente la sitúan en un punto en el que es capaz de dejar a un lado su propio orgullo y luchar por conseguir lo que realmente le importa. Si ya nos tenía cautivados desde el principio por su peculiar forma de dar discursos, entre otras cosas, en esta temporada han sabido potenciar todavía más al personaje y lo han convertido en uno de los más interesantes. Además, Lu es la encargada de transmitir uno de los mensajes más importantes de esta entrega: Nadia (y por ende, la mujer) no necesita a ningún hombre a su lado para lograr sus objetivos.

En cuanto a la estética, los creadores siguen haciendo uso de detalles de vestuario para perfilar el carácter de los protagonistas. Aunque se trate de un instituto en el que todos los alumnos deben llevar uniforme, está claro que es un aspecto al que nunca han otorgado mucha importancia y que la prioridad es que todos los alumnos vayan con el outfit ideal para la ocasión.

La selección musical continúa siendo uno de los puntos fuertes, ya que comprende una gran variedad de géneros musicales y encaja perfectamente con el tono de la serie. De entre todos los temas que conforman la playlist, personalmente, me quedo con Indestructibles de La Habitación Roja y Dinamita de La Bien Querida.

En resumen, las temáticas que se abordan en esta temporada continúan haciendo de Élite una serie entretenida y adictiva. Sin embargo, podemos afirmar que la solidez narrativa ha ido decayendo a lo largo de las temporadas y cada vez resulta más complicado creer todo lo que nos cuentan.  Quizás no ha sido el fin de ciclo que esperábamos para esta primera generación, pero estoy segura de que le daremos otra oportunidad para ver cómo nos sorprende el nuevo reparto.

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