¿Tiene razón Bartlett?

BENCHMARK / Jorge A. Meléndez Ruiz

en REFORMA

26 Oct. 2021

4 min

No. No me refiero al argumento central de la “reforma” eléctrica.

Eso es un sinsentido. No hay forma lógica de defender que sea mejor generar electricidad a $2,029 pesos por megawatt/hora en una planta de ciclo combinado de CFE que producirla a $358 pesos en una eólica privada.

Eso es una simple estupidez que alguien tendrá que pagar.

Y nada más hay de dos sopas. O trasladan el mayor costo promedio de generación a ciertos usuarios, como los hogares DAC o la industria. O la CFE se come el sobrecosto incrementando los subsidios.

Punto.

Hoy me voy a enfocar a analizar otros argumentos que repiten Bartlett, AMLO, la Nahle y demás para buscar justificar sus planes.

¿Serán ciertos?

Específicamente repasaré tres.

PRIMERO: Hay plantas privadas a las que se les paga la luz muy por encima de su costo de generación de electricidad.

Esto es cierto.

Resulta que se paga la electricidad a los privados al precio del generador más ineficiente que se despache en un momento específico. Por ejemplo, si hoy a las 12:00 del día se despacha luz a un precio máximo de $800 pesos por megawatt/hora, esta tarifa se aplica a todas las plantas que hayan despachado electricidad en ese momento del día.

De esta forma, un generador eólico que produce luz a $358 pesos estará haciendo un gran negocio.

Quizá esto esté mal.

Pero el diablo está en los detalles. Este fenómeno se da sólo en la parte del mercado eléctrico mayorista que no tiene contratos a largo plazo.

¿Y sabes cuánto representa esta parte del total de electricidad que se produce en México?

Menos del 5%. Ah, y la CFE apenas compra 1% de su electricidad en el mercado mayorista. Sí, leíste bien: sólo 1%.

La conclusión es obvia: si eso está mal, arréglenlo. Pero un vicio que aqueja a una parte minúscula del mercado no justifica darle en la madre al costo promedio de generación de luz en México.

SEGUNDO: la IP paga muy poco por el porteo, el cargo por utilizar las líneas de transmisión de la CFE.

Es correcto, pero otra vez: hay que revisar los detalles.

Y en dos vertientes.

Primera, las sociedades de autoabastecimiento sí tienen una tarifa preferencial de porteo, pero a) representan sólo 12% del mercado nacional y b) la CFE no pierde con estas operaciones, sólo recibe menos plata.

Y segunda, también existe un incentivo para las generadoras renovables que se llama “porteo estampilla”, que es una cuota fija que no es afectada por la distancia. Fue un estímulo otorgado en el sexenio de Calderón para fomentar la construcción de plantas limpias, en un tiempo cuando los costos de generación de las energías renovables eran muy altos vs. energías fósiles.

Si esto es un problema, de nuevo existe una solución que, claro, no es la de la 4T. Como me explica la experta Rosanety Barrios: “Habría, en todo caso, que migrar a los generadores renovables para que entren en un esquema de competencia bajo contratos bilaterales”.

Exacto. Digamos que, otra vez, renegocias. No destruyes todo.

TERCERO: la intermitencia de las generadoras privadas renovables “pone en riesgo al sistema”.

Esto simplemente es falso.

Muy sencillo: si esto fuera cierto, ¿por qué en tantos países en el mundo están apostando a generadoras renovables? ¿Acaso todos son estúpidos salvo la 4T? ¿No será exactamente al revés?

De hecho, existe una programación de la demanda eléctrica que realiza diariamente el CENACE, donde toman en cuenta muchos factores, incluyendo las condiciones climáticas.

El real problema, de nuevo, está en la capacidad de las líneas de transmisión y distribución de CFE, un segmento donde la paraestatal sí tiene un monopolio. “Es increíble, pero nada obliga a la CFE a invertir en sus líneas de transmisión, donde por cierto pueden ganar plata”, concluye Barrios.