Un buen patrimonio son los viajes que hacemos y las personas que conocemos

La mayor riqueza son nuestras experiencias

Piensa en las experiencias como un banco de conocimiento. Cada vez que vivas algo nuevo, viajes a lugares diferentes, conozcas personas o simplemente busques hacerlo de manera distinta vas ganando experiencia que podrás usar para resolver problemas de tu vida diaria con una mejor actitud 

Las personas más “ricas” que conozco son aquellas que han vivido más experiencias, las que aprendieron en el camino y en los viajes. Son personas que han sabido adaptarse cuando la vida cambia y sacarle mayor provecho cuando los recursos son escasos.

El dinero mejor invertido es en viajes

La sensación de descubrir un nuevo lugar es mágica. No se trata de viajar a otro continente. Es la capacidad de sorprendernos, de nutrir el espíritu y agudizar nuestras ideas porque cada viaje nos transforma y nos da más de lo que imaginamos.

Hace unos días escuché a alguien decir: “Sigo esperando un motivo en mi vida para ser feliz”.  La vida ya inició, no hay tomas dobles y es un solo boleto. Las experiencias que has vivido es tu mayor riqueza y fuente de inspiración para lograr tus metas.  El dinero es necesario y la satisfacción de invertirlo en algo que nos gusta es enorme. Algunos ahorran para una casa, otros para ropa y otros más para viajes.

La mayor riqueza que tienes es la vida, es este momento

Mírate en un espejo, encuentra a una persona que está buscando el cambio. Es momento que te sientas vivo y que te des cuenta que lo más valioso que tienes es este instante y estos días que jamás volverán. Es momento de viajar y de sacarles provecho. 

Para viajar más que dinero se necesitan ganas. Tienes que encontrar algo que te mueva. Empaca, haz planes, traza una ruta. Ve a lugares que te has prometido descubrir pero que aún no has recorrido. Deja todo lo que te genera un peso, ese equipaje con el que has venido cargando por años y despídete de todo lo que ya no necesitas.

La mayor riqueza las personas que conocemos

La vida es un viaje y nos regala encuentros -y desencuentros- a los que hay que sacarle provecho. Habla con las personas, pregunta y encontrarás pequeños tesoros que te compartirán con gusto.  Las experiencias de esos encuentros te darán el conocimiento para reaccionar y adaptarse más fácilmente ante los imprevistos de la vida; reinventando y enfocándose en lo más importante: ser feliz. 

Todos conocemos a alguien que admiramos, una persona que ha logrado sus metas y nos impulsa a alcanzarlas. ¿Y si conocemos más personas? ¡El efecto se multiplica! Tendrás más opiniones, conocimiento y formas en las que todas esas personas lograron sus metas.

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Ahora que ya lo sabes, es momento de salir, descubrir el mundo y compartir este conocimiento con otros. 

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